Shaoran:
Aún sigo pensando que estoy en un sueño, uno del cual no quiero despertar, tenerla entre mis brazos es…
Una añoranza por la cuál me sentía desesperado por hacer realidad.
Dejé de besarla porque si no me detenía en ese momento estaba seguro de que después no me hubiera detenido en mis bajos instintos. Sus ojos verdes que tanto amo están brillosos y a punto de llorar, algo que me pone impotente porque no quiero ser de nuevo el causante de sus tristezas, al contrario, ahora que ya estamos juntos otra vez no pienso dejarla ir fácilmente.
Acaricie su mejilla con amor, se remueve tan dulcemente que siento que también me ha extrañado, el suceso de la aparición de Tomoyo en mi vida, y no solo en la mía si no que también en la de ambos ha dado un giro inesperado que nos hizo alejarnos, estoy decidido a acabar con todo esto regresando a China y ser un hombre libre. Libre para ésta mujer que está frente a mí mirándome con sus ojos tan hermosos y llenos de amor por mí.
—Pensé que no vendrías—confesé algo asustado—. Me alegra tanto tenerte entre mis brazos como siempre lo soñé, amor mío.
—Shaoran—se alejó un poco de mí, algo que me está doliendo pero tengo que contenerme, la entiendo porque sigo siendo un hombre casado y desea mantener su distancia—. Si decidí venir a verte fue porque quiero saber porque estás aquí, además porque no tuve opción¿Cierto?
Me sonroje un poco por eso, si le dije que sí no venía a verme estaría todos los días fuera de la empresa importandome muy poco que hablen de mí y de ella fue porque estaba desesperado. Tuve miedo de no verla más tomando esa medida desesperada. Su rostro lleno de pánico al verme hizo que tuviera esa sensación.
—Cenemos primero¿De acuerdo?—pedí viendo la mesa donde está la exquisita comida que Wei pidió exclusivamente del restaurante del hotel—. Te juro que te diré todo mi amor.
Agarre su mano sin darle tiempo a replicar, ayude a que se siente en una de las sillas haciendo lo propio frente a ella. A vista y paciencia de sus hermosos ojos destape la botella de champagne fresco que está esperando por nosotros. A veces veo incomodidad en su rostro queriendo preguntar pero tengo miedo que su respuesta sea algo que me lastime. Antes de brindar fui a la habitación y traje lo que compré para ella. Me miró de manera extraña pero yo sigo sin dejar de sonreír.
—¿Qué es esto?—preguntó mirando el presente.
—Es para ti—respondí mirándola con amor—. Ábrelo por favor.
Lo recibió con algo de dudas, al hacerlo sus ojos se iluminaron tanto que se llevó las manos a la boca por ver esa joya tan cara en sus manos.
—Es hermoso—susurro acariciando la colección de joyas "esmeralda enamorada" esa que, desde que la vi dije que sería para ella—. No puedo aceptarlo.
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𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...