Capítulo 73

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El avión está descendiendo en la gran pista de la isla de Volt, un lugar de ensueño que lamentablemente está siendo afectado por culpa del contrabando y mercancía ilegal. Shaoran junto con Eriol y todos sus subordinados están bajando por las escaleras.

A los pies del avión está Yue Tsukishiro, Almirante y jefe de la marina que había pedido la ayuda al principio de Kaito cuando era comandante en Hong Kong. Pero con su repentina partida hacia Londres y por consiguiente dejando el cargo a un nuevo y desconocido jefe tuvo que buscar a Shaoran para solicitar su ayuda.

—Bienvenidos—saludo Yue con una sonrisa—. Me sorprende mucho que esté tan rápido coronel Li. Creí que le tomaría unos días más.

—Tuvo suerte de que estuve en Londres almirante Tsukishiro—respondio de manera sería—. Estoy seguro que este problema tiene un nombre y apellido que desde hace muchos años me persigue y no voy a descansar hasta ver destruido a su cabecilla y a su organización completa.

La determinación de Shaoran atrae la atención de Yue, sabía que no sería fácil con él pero no tiene opción y estando en ese lugar tanto para él como para todos los presentes será imposible que la misión sea llevada con éxito.

—¿Tiene alguna prueba sobre el dueño de esto?—pregunto Yue con cautela—. Son toneladas de drogas y estupefacientes camuflados en productos para el hogar, y no solo en eso, también en alimentos no perecibles.

—Quiero ver esa mercadería almirante—pidio el castaño, Eriol que ha estado callado desde que bajó del avión y solo con poner el primer pie en ese lugar ha tenido un mal presagio, bajo sus lentes oscuros observa el lugar sintiendo un aura negativa además de que los tipos que acompañan a Yue no le inspiran confianza. Se supone que; siendo gente de la marina deberian estar con sus uniformes blancos y sus insignias representativas—. Además de los reportes sobre este asunto.

—Hay un auto que está esperando por ustedes para que se pongan cómodos en el lugar asignado—respondio Yue sin dejar de mirar a Shaoran cautelosamente—. Deben estar con hambre también. Luego de eso podemos ir al muelle donde está toda la mercancía.

—Muy bien—respondio Shaoran agarrando sus pertenencias—. Andando.

—Espere—irrumpio Yue poniendo en alerta a Eriol—. Me gustaría que usted vaya conmigo coronel Li. El resto de sus acompañantes pueden ir en el auto.

Shaoran no lo vio anormal aquella petición, además de poder saber cómo es que ese cargamento ha sido bloqueado por ellos. Supuestamente Yue estaba en China cuando fue capturado.

—¿Y porque solo él?—pregunto Eriol con el ceño fruncido, eso para Yue no está nada bien, el mayor Hiragizawa es muy perspicaz para su gusto y por su culpa todo puede irse al retrete—. Recuerde que soy mayor de la institución y mano derecha de su señoría.

Yue sonrió de manera incómoda, Eriol le está complicando las cosas y podría ser el primero en decirle adiós a ese mundo si sigue de metido en ese asunto. Desde que lo vio bajar del avión junto con los otros tipos sabía que eso no sería fácil pero no puede quedar mal con él. Le debía muchos favores y para saldarlos solo tiene que llevar a su objetivo hasta el lugar indicado.

—Estamos en un sitio donde hay mucha seguridad Eriol—respondio Shaoran mirando a su mejor amigo con tranquilidad, se acerco mucho más a él y le susurró algo que para Eriol fue de un poco de alivio pero no es suficiente—: Siento algo extraño también, descuida, recuerda que también puedo cuidarme y no solo con las armas.

Eriol está con los labios apretados, Yue está empezando a perder la paciencia viendo a esos dos conversando de manera íntima y teme que Shaoran sepa de su plan. El susodicho giró y con una sonrisa que no llega a sus ojos acepta irse con él. Le encargó sus cosas a Eriol a excepción de su celular, sus documentos personales y por supuesto su arma calibre 38. Después de salir de la pista de aterrizaje el guapo mayor no ha estado tranquilo.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora