Capítulo 59

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Shaoran:

—¿Qué está diciendo?—pregunte en un susurro de voz, ella me mira tan emocionada y a punto de llorar—¡Vuelva a repetirlo por favor!

—La señora Li está embarazada, muchas felicidades—ese día fue el más feliz de mi vida, tomé a mi esposa y la cargué entre mis brazos girando como un loco lleno de emoción.

—Shaoran me voy a marear—pidió que la baje, lo hice de inmediato y sin poder contenerme la besé por este bello regalo que me estaba dando.

Los meses fueron de intensa felicidad, cada antojo, cada control que ella tenía estaba ahí sin pestañear y siempre preguntando si le dolía algo o si se sentía incómoda, la felicidad que tenía se había mezclado con la angustia de pensar que a mí bebé le podría pasar algo durante el tiempo que estuvo en la barriga de su madre.

Cuando nació fuí el hombre más dichoso del planeta, por nada del mundo quise dejar a mi hijo y lo tuve cargado casi todo el tiempo. Ver lo idéntico que era conmigo es que me sentí muy orgulloso de que mis genes sean tan dominantes.

Incluso quise que Tomoyo quedase embarazada pronto otra vez y darme una hermosa niña, no me importaba si era idéntica a ella o a mí. Lo importante era que naciera sanita así como Shin, su hermanito. No sólo quería a Shin, en mis anhelos estaba tener una familia numerosa de la mano con la mujer que tanto amaba.

—¡Shaoran espera por favor!—cualquier cosa que me diga no tiene validez para mí, bajamos por el ascensor, cómo es posible que me haya ocultado esto que es tan importante para mí, salí directo al estacionamiento sin mirar a nadie, ella viene trás de mí sin importarme nada—¡Detente!

—¡Qué justificación me vas a dar!—respondí muy enojado—¡Tres años, tres malditos años que te busqué, que te añore y que me hayas ocultado algo como esto no tiene nombre Sakura!

—¡Entiendeme por favor, no iba a permitir que me los quites!—empuñe mis manos con enojo por su pensamiento¿Cómo se le ocurre que yo podría hacer eso?—¡Tenemos que buscarlos ahora, pero después tenemos que hablar!

—A estás alturas ya no me importan tus explicaciones—respondí furioso haciendo que retroceda pero soy más rápido jalandola de sus brazos—. Te juro que si a ellos les sucede algo tú serás la única responsable.

Sus ojos me miran con consternación, soy duro pero no puedo evitarlo. Cuando me dijo la verdad dentro de su oficina al principio fue una conmoción total en mi ser, ella seguía diciéndome que están perdidos, salieron de casa para buscarme y eso me hizo reaccionar de inmediato. Ahora buscarlos por todo Londres y más aún con gente inescrupulosa al acecho es ir contracorriente. Si esa gente los encuentra primero no podría soportar perderlos, a pesar de que aún no los conozca.

—¡Sube rápido!—ordene a punto de perder el control—. Es mejor ir a tu casa primero.

Asintió sin mirarme, sus lágrimas están cayendo sin cesar y eso me duele tanto pero mi enojo con respecto a su silencio me duele mucho más. Le pedí que me indique cómo llegar, veo que saca su móvil intentando comunicarse con alguien, mis celos me gritan que ese alguien es Yuna, deseo con todas mis fuerzas quitarle su móvil y romperlo en pedazos para que así ese imbécil desaparezca de su vida.

Tenía que concentrarme, mis hijos ahora me necesitan más que nunca. Una sonrisa mezclada con tanta ternura y amor se mezclan mientras voy manejando. Dos, tengo dos bebés y…

Pensé que esto no volvería a suceder.

Quiero saber todo con respecto a ellos, desde el instante en que ella se dio cuenta de su embarazo hasta la actualidad que ellos están quién sabe dónde. Estamos por cruzar la avenida y por el retrovisor veo algo que me llama la atención y un presentimiento me acecha. Sakura está guardando su móvil, por lo visto ese idiota no le contesta, vuelvo a mirar a ese auto y es uno en color negro de lunas polarizadas.

𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora