Un nuevo día empieza, las sábanas de una cama comienzan a caer con lentitud. Un cuerpo se está estirando y al sentarse se frota los ojos. Mira el reloj que yace al lado de su lámpara, confirma la hora y se se levanta a comenzar su día.
Lo primero es su rutina diaria de ejercicios mezclado con artes marciales. Se enfoca tanto en cuerpo y mente, como si con eso quiere olvidar su dolor que lleva pasando por muchos años.
Termina con sus ejercicios y se dirige a la ducha a tomar un baño tibio. Dentro de la bañera se relaja y su mente se olvida del trabajo, sus responsabilidades y por un momento de todo lo que su corazón esconde.
—Señor-Wei ingresa y le hace una reverencia—. El desayuno está listo.
—Enseguida bajo—sale de la tina a vista y paciencia de su mayordomo, se pone la toalla alrededor de su cintura y va a ver su armario—. ¿Algo más?—pregunta con el ceño fruncido.
—Señor con todo respeto, pero...
—Ya te dije que no me digas señor, soy Shaoran para ti—el anciano sonríe de medio lado y continua.
—Joven Shaoran,¿ No ha pensado en tomarse vacaciones? No sé, visitar Hong Kong, a su señora madre, ¿viajar y descansar?—pregunta con reserva el anciano.
—Sabes que mi trabajo es demandante Wei—responde terminando de ponerse la ropa que usará ese día, un pantalón oscuro y una camisa en color crema, su chaleco junto con su placa de comandante y su pistola—. Además, el no hacer nada me hace pensar y recordar cosas que son dolorosas para mí.
Wei lo mira con tanta tristeza, conoce a ese hombre desde que era un pequeño niño, cuando su padre murió, él se hizo una figura paterna para él, es por eso el respeto y la confianza que tienen cuando están solos.
Conoció la historia de amor que envolvió a su amo, fué testigo de su boda, del nacimiento de su hijo, de toda su felicidad completa en ese momento. Pero también lo vio sufrir y llorar cuando los perdió a los dos. Ese día fue el más negro para su amo, se encerró por una semana sin querer ver a nadie, incluso a Eriol no quiso ver.
El trabajo en su oficina se acumulaba y él no quería volver a la realidad. Tomó tanto hasta perderse, sólo con el retrato al lado de las personas más importantes que perdió y ese día ya no fué el mismo, lo mataron a él también.
Se dedicó de lleno a tratar de atrapar al culpable de su desgracia. Lamentablemente ese tipo ha sido tan escurridizo que incluso ha salido bien librado de todo. Pero él no descansa y sigue buscando pistas y pruebas hasta dar con él, quiere verlo caer.
Es por eso que tiene sospechas de que este tras todo lo que acontece esos tiempos en el lugar, tantas mujeres que desaparecen sin dejar rastros.
—Piénselo, le hará muy bien cambiar de panorama por un par de semanas—el anciano se retira haciendo una reverencia.
Shaoran suspira con sentimiento, Wei incluso lo persuadió para dejar esa tremenda mansión, venderla y cambiar de casa a una más pequeña, pero se ha rehusado a hacerlo, en ese lugar está tantas cosas y recuerdos de la mujer que ama y de su hijo.
El dolor no aminora, no desaparecerá hasta que ese maldito hombre pague por haberle arrebatado a su familia, la luz de su vida.
ESTÁS LEYENDO
𝑨𝒍 𝑭𝒊𝒍𝒐 𝒅𝒆 𝒕𝒖 𝑨𝒎𝒐𝒓
RandomEl un comandante de la policía, ella una modelo cotizada del momento. ¿Que tendrían en común? Cuando ella irrumpe en el peor momento de su vida, su corazón, sus emociones y toda su coraza de hombre frío se verá amenazado por el amor desinteresado, l...