Fui a la habitación a cambiarme, tomé un vestido negro, un par de pumps del mismo color, me hice una media cola y lo sujeté con un lazo también negro, tocaron la puerta.- Ahora salgo – dije mientras terminaba de peinarme las puntas del cabello, Steve solo me veía.
- ¿Estás bien?
- ¿Cómo me veo? – dije mientras me aplicaba mi labial.
- Creo que estás bien vestida y aparentemente puedo creer que te sientes así.
- Ese es el punto, puedo sentirme mal por dentro, pero por fuera no, solo yo sé cómo me siento interiormente, ellos no, si me ven mal, creerán que estoy vulnerable, no les daré el gusto de verme derrotada.
- Por eso, tienes esa actitud – asentí – conmigo no tienes por qué fingir.
- Lo sé, pero no quiero arruinar mi delineado – dije riendo para después empezar a llorar – te lo dije – él volvió a abrazarme, me sentía tranquila entre sus brazos, sí son más grandes, pero aún sigue siendo él, arreglé mi delineado y fui con Steve al entierro de papá, de ese momento, podré decir que no pude aguantar la fachada cuando empezaron a descender el ataúd de papá, sentí que se estaba enterrando una parte de mí ahí, creo que papá se equivocó porque cuando él murió, así como mamá, murió algo en mí, algo que jamás podré recuperar, mi hermano seguía vivo, pero en estos momentos no lo tenía cerca, así que podía decir que me sentía sola, salvo por una persona que durante todo momento no dejo de tomar mi mano, Steve.
Después de ello, decidí darme un tiempo para mí, ya habían pasado cuatro meses desde la muerte de papá, seguía escribiéndome con Harold, aún seguía en Francia, tomar un avión hasta allá estaba en mi mente, pero sabía que necesitaría más, así que era tiempo de volver al trabajo. En cuanto al suero, le hice un par de estudios en el laboratorio de Howard, logré descifrar su composición, pero no habría más, ese suero fue la causa de la destrucción de mi familia y no habrá más, me deshice de él, Howard había sido muy lindo y atento conmigo, pero no podíamos estar mucho tiempo juntos porque él tenía que ir a Londres para apoyar a la S.S.R., solía quedarme con el Sr. Jarvis y su esposa, Anna. Tomé un vestido verde y un par de pumps que combinaban con él, terminé de maquillarme y peinarme para tomar mi placa y caminar hacia el teatro de Manhattan, ingresé tras bambalinas mostrando mi placa de la S.S.R., estaba algo nerviosa porque la última vez que lo vi fue en el velorio de papá, esperé sentada en el camerino que le habían dado, se abrió la puerta.
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One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)
FanfictionAmo la forma en la que me siento con él, ya que hace que todo sea más fácil, él es de esas personas que conoces solo una vez en la vida y llegan para cambiártela completamente. Sabía que él siempre me cubriría las espaldas, así como yo a él, me enca...