Capítulo VIII: Aulladora

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Empecé a alistarme para ver a Steve, no sabía qué ponerme, porque ni siquiera sabía a lo que iba y seguía molesta con él, quizás deba decirlo por eso anda algo confundido, pero si quiere intentar algo con Peggy y por más que me haga sentir de cierta forma mal, solo quiero que Steve esté feliz. Salí de la ducha y usé un vestido rojo junto a unos pumps del mismo color, me maquillé y me peiné rápidamente para no se me haga tan tarde.

 Salí de la ducha y usé un vestido rojo junto a unos pumps del mismo color, me maquillé y me peiné rápidamente para no se me haga tan tarde

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********STEVE********

Ya le había enviado a Philips, la lista de mi equipo, solo un nombre no le cuadro, dijo que estaba loco si planeaba llevar a una mujer a la guerra, que son delicadas y harán que me retrase en mi camino, pero ___ es mucho mejor que cualquier soldado que haya visto. Todos habían aceptado en formar parte del Comando "Aulladores", su única condición fue que abriera una cuenta para sus cervezas, estaba con Bucky en la barra.

- Regresaron sedientos – dijo Peggy apareciendo, se veía bonita – Capitán.

- Agente Carter – le respondí.

- Madame – dijo Bucky, Peggy le sonrió.

- Howard lo necesita mañana temprano.

- Excelente, ahí estaré temprano.

- Espero que la celebración no se extienda.

- ¿Por qué? ¿No le gusta la música? – le preguntó Bucky.

- De hecho, la adoro, quizás, cuando termine la guerra vaya a bailar – me guiñó el ojo – a las 8, Capitán – me dijo sonriéndome, se la devolví.

- Ahí estaré, la veo allá.

- Me volví tú, soy invisible, es una pesadilla – dijo riendo.

- Tranquilo, seguro tiene una amiga – le dije sonriéndole mientras bebía un poco de mi cerveza, se quedó callado por unos segundos, así como los demás que estaban cantando.

- Tienes razón y, definitivamente, quiero conocerla más – dijo mirando fascinado hacia un lado, voltee para ver de quien se trataba y era ella, estaba preciosa en ese vestido rojo, noté la mirada de todos sobre ella, caminé hacia ella sin dejar de verla, era como si flotara, creo que tenía la misma mirada que Bucky, ella siempre ha sido hermosa, sonrió, y como decía Erskine, esa sonrisa podía iluminar hasta el espacio más oscuro del universo, pero no me sonrió a mí, sino a Bucky, seguía molesta conmigo.

- Veo que ya está mejor, sargento Barnes – le dijo dulcemente, Bucky se derritió, me vio, borró su sonrisa – Capitán, usted me llamó ¿para qué soy buena? – iba a hablar, pero Bucky me interrumpió.

- Creo que no estoy bien, debo estar muerto porque estoy viendo a una angelita caminando entre nosotros – ella rio.

- Soy amiga de Howard Stark y debo admitir que nunca había oído algo así – ambos se sonrieron, sentía una sensación extraña en el pecho que no podía explicar.

One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora