Amo la forma en la que me siento con él, ya que hace que todo sea más fácil, él es de esas personas que conoces solo una vez en la vida y llegan para cambiártela completamente. Sabía que él siempre me cubriría las espaldas, así como yo a él, me enca...
Por la mañana siguiente desperté temprano para empezar con nuestra rutina no oficial con Buck, pero primero entré a la ducha para luego cambiarme, usé un par de pantalones negro de tiro alto junto a un par de botines negros con tacón, un top que me quedaba un poco más abajo de la cintura de color blanco y mi chaqueta marrón, la cual me coloqué sin abotonarla, dejé mi cabello a lo natural como siempre y salí de la habitación para empezar mi día junto a Bucky.
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- Personaje ficticio conocido como la Madre de dragones – pregunté mientras llenaba cada uno un crucigrama después de terminar de cenar.
- Daenerys – contestó, lo escribí – sinónimo de viejo de cinco letras – ahora me preguntó él.
- Bucky – contesté, él bajó el periódico y me sonrió.
- ¿Te parezco viejo? – preguntó inclinándose hacia mí, pellizque el aire en señal en señal de un poquito.
- Pero el sinónimo que buscas es añejo – contesté, él lo escribió en los cuadrados.
- Con esa terminé ¿y tú? – me dijo.
- Solo me falta uno – escuchó atentamente – cantante conocida como la voz de las bandas con nombre.
- Helen Forrest – contestó, lo escribí – ella era tu favorita.
- ¿En serio? – pregunté, asintió.
- ¿Quieres oírla?
- Me encantaría – le dije, sacó su teléfono para teclear en él, empezó a oírse la melodía un conjunto de trompetas, era jazz.
- ¿La reconoces? – preguntó, negué con la cabeza – ¿y si bailamos? – preguntó extendiendo su mano – ¿me permite esta pieza, madame? – preguntó.
- Es que no recuerdo si sé bailar, no me gustaría pisarte el pie – sonrió.
- Ya hemos bailado antes y déjame decirte que eres una excelente bailarina con unos pies muy ágiles – reí levemente para luego tomar su mano, envolvió mi cintura con su brazo izquierdo para entrelazar su mano derecha con mi mano izquierda, nos balanceábamos suavemente en pequeños círculos – te lo dije – le sonreí – quizás puedas recordar más si apoyas tu cabeza en mi pecho.
- ¿Y cómo eso me puede ayudar a recordar? – pregunté.
- Si no lo intentas no lo sabremos – reí suavemente para apoyar mi cabeza en su pecho y él apoyó su cabeza sobre la mía – no sé si a ti te sirve, pero a mí sí – solo seguía sonriendo.
- Haven't felt like this, my dear since can't remember when it's been a long, long time ... – canté, alcé mi mirada hacia él, un pequeño recuerdo llegó, ya había bailado esta canción antes, pero no se sentía igual, era admirada por un par de ojos azules como aquella vez, pero no eran los de mis sueños.
