T2 - Capítulo LVIII: Amor eclipsado

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- Buenos días – saludé a Yelena que estaba en gimnasio del Complejo, estaba concentrada en golpear el saco de box, había venido temprano porque quería entrenar un poco sola, pero la compañía de Yelena nunca me viene mal, es una persona feliz, salvo hoy – ¿Yel? ¿Todo bien? – le pregunté a no obtener respuesta.

- No – contestó molesta mientras golpeaba el saco – ¿sabes a quién vi salir de la habitación de Bucky hace unos minutos?

- ¿Wanda? – era el único nombre que se vino a la mente.

- Sí – contestó mientras seguía golpeando el saco con más fuerza.

- Pero, pudieron quedarse conversando, una vez la vi saliendo de la habitación de Bucky, y ellos me dijeron que no pasó nada.

- Pues, te mintieron, Wanda dice que casi estuvieron juntos ese día, Bucky le pidió que no diga nada, esta vez si lo consiguió porque la vi salir con la sudadera de Buck – así que Bucky tuvo un pequeño secreto – ambas habíamos prometido no intentar nada con Bucky porque uno, él sigue enamorado de ti, y dos, no dejaríamos que algo así pueda arruinar nuestra amistad – era notable que se sentía mal, no traía protección en las manos, se estaba lastimando los nudillos, la detuve con mis poderes.

- Te estás lastimando – le dije, ella se quedó en silencio – oye, te entiendo, sabes que te entiendo, amar a una persona a veces puede ser una mierda, sobre todo cuando no sienten lo mismo por ti o no pueden estar juntos, pero Nat me dijo que tenía la hermana más fuerte y valiente del mundo, así que un corazón roto no es nada, si Bucky no es para ti, hay otra persona que sí – le dije sonriéndole, ella correspondió a mi sonrisa.

- Gracias, ____ – me dijo – ya sé porque Nat te quiere tanto, sabes cómo hacer sentir bien a las personas – le di un pequeño abrazo.

- Ahora vamos a la enfermería para revisar esos nudillos – ella asintió para salir del gimnasio.

- Tienes razón, al diablo, Bucky – dijo feliz, fuimos a la enfermería – ¿y tú estás bien? Alguien no viene tan temprano para golpear cosas sin un motivo – me preguntó mientras le echaba una crema.

- Sabes muy bien que el motivo tiene nombre – le respondí.

- Steve – dijo – ¿te hizo algo otra vez? – reí porque uso las palabras otra vez.

- No, todo lo contrario, prometió alejarse de mí para que pueda ser feliz.

- Eso suena más triste que lo mío – le sonreí levemente – pero estoy segura de que tú también podrás con esto.

- Así es y tus nudillos ya están, no estés golpeando cosas por un par de días o se inflamaran más – le dije.

- ¿Quieres ir a desayunar? – me preguntó, fuimos a la cocina, ella comió panqueques con mucha miel y leche con chocolate, mientras que yo solo una taza de café y un par de tostadas, luego de eso Fury me llamó, quería que entrenara con los nuevos agentes, querían que alguien como yo lo hiciera, al haber aumentado el número de súper soldados, felizmente llevaba ropa deportiva, tenía un par de zapatillas negras con bordes blancos, una pantaloneta deportiva del mismo color, así como una sudadera del mismo color con cierre y un top deportivo blanco, sujeté mi cabello.

- Bien, hola a todos – los saludé – no sé si me conocerán.

- _____ Erskine – dijo una – es imposible no saber quién eres.

- Eres como el Capitán América en versión femenina – excelente comparación.

- ¿Lo dices por los años? – le pregunté divertidamente al hombre que me dijo eso.

One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora