T3 - Capítulo CVII: Quien tú quieras ser

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**************STEVE**************

- Es ella – me dijo Tony inmediatamente cuando contesté su llamada, me paré del sofá.

- ¿Dónde está? – pregunté buscando mis llaves, Kenna me las extendió, las tomé.

- Te envió las coordenadas – dijo para colgar, tomé mi teléfono.

- Por favor cuida a Abraham por mí – le pedí – no creo que se despierte, pero si lo hace dile que tuve que ir al Complejo y que no tardo – ella asintió.

- ¿La encontraron? – preguntó.

- Sí, solo espero llegar cuando ya se haya marchado – dije impaciente mientras esperaba el mensaje de Tony.

- Realmente espero que la traigas a casa – me dijo sinceramente, felizmente tuvimos una conversación previamente y aclaramos todo, mi teléfono vibró, eran las coordenadas.

- ¡Qué rayos! – exclamé al ver que esas coordenadas estaban dentro del perímetro del apartamento de Bucky – no tardo – dije para subir a mi moto y llegar lo más rápido que pude a la calle donde vivía Bucky, el lugar estaba acordonado, vi a Ross, me hizo una seña para que pudiera pasar, estaba con Tony y Nat, noté que habían patrullas golpeadas, los bomberos estaban ayudando a sacar a los policías de sus autos, el lugar estaba iluminado por luces de emergencia ya que los focos de los postes estaban rotos, habían policías interrogando a testigos – ¿Qué pasó? – pregunté lo más calmado posible.

- Su esposa – me dijo Ross, me enseñó un retrato hablado, era _____ – y parece que consiguió nuevas amistades – me mostró otro retrato de un hombre con un caso – Erik Lehnsherr, más conocido como Magneto, lo llaman así debido a su habilidad de controlar cualquier tipo de metal a su antojo, líder de la Hermandad Mutante.

- ¿Qué es eso? – pregunté.

- Solo sabemos que está conformada por personas con poderes que están en contra de nuestro Gobierno, ya que no nos sentimos cómodos y a salvo con su presencia, y lo que acaba de pasar, es un claro ejemplo del por qué tenemos que tener entre ceja y ceja a personas como él y su esposa.

- Ella no haría algo así a propósito – señalé alrededor – solo está asustada y desorientada, me necesita.

- Usted no puede controlar a su esposa.

- Yo no quiero controlarla – alcé la voz – ella no es una criatura que hay que domar, yo no la veo así, usted, sí, ese es el problema.

- Esto ya no es cuestión de la estima que pueda tener toda esta nación con usted y _____, el país siempre estará en deuda por todo lo que hicieron durante la época de guerra, pero ahora hay una nueva, y no conozco a todos los jugadores.

- Solo no toque a mi esposa – le advertí – ¿alguien fue a ver a Bucky? – pregunté.

- Yelena – me dijo Nat – vamos.

- Yo me quedo aquí – dijo Tony, asentí y fui con Nat a ver a Buck, toqué su puerta, abrió Yelena, él intentó hablar, pero se lo impedí ya que inmediatamente crucé el umbral de su puerta lo tomé del cuello de su suéter para arrinconarlo a la pared más cercana.

- ¿Me puedes explicar por qué mi esposa estaba aquí? – le pregunté – tú sabías que la estaba buscando, que estaba desesperado por encontrarla.

- ¿Tan desesperado que te besaste con Kenna? – preguntó en tono burlón, le di un golpe con mi puño en su nariz, él se limpió la sangre con su mano – me lo merezco, lo sé, pero ella no quería ir contigo, me lo dijo.

One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora