Capítulo XLI: Todo bien

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- Mi solecito no términos con esto ¿si?

- Solo no quiero salir lastimada, o seguir lastimando a Sharon, o peor que salgas lastimado tú – dije acariciándolo.

- Todo saldrá bien, solecito, te amo.

- Yo también – le respondí.

- Entonces ¿todo bien? – lo besé.

- ¿Tú qué crees? – le pregunté sonriendo.

- Creo que necesito uno más – le dio otro beso – no, uno más – reí.

- Te lo debo para la noche.

- Solo uno – me pidió.

- De acuerdo – dijo para besarlo nuevamente de manera intensa – lo seguimos más tarde – le dije en el oído para darle un pequeño mordisco.

- No me puedes dejar así – dijo abrazándome por la cintura, le sonreí – hay que perdernos solo un momento.

- Está bien, tú ganas – le respondí para que me besara.

- Te amo – dijo cargándome para darme una vuelta, reí, pero vi a Sharon que nos veía desde lejos, ella solo se tocó el estómago, entendí perfectamente lo que me quiso decir, pero solo me concentré en los besos de Steve, le volví a sonreír para besarlo, continuamos en lo nuestro para perdernos un momento como dice Steve, para luego seguir en la fiesta e irnos a descansar.

- Te levantaste temprano – le dije a Steve al sentir que se estaba parando de la cama – ya no tienes por qué – sonrió y me besó.

- Ayer me olvidé de decirte que hoy es la primera consulta de Sharon y quiero acompañarla ¿te incomoda?

- Para nada, solo me da pena no poder quedarme un rato más contigo – sonrió.

- Mañana te prometo que nos quedamos un rato más, además tenemos toda la vida.

- Esa idea me gusta – le bese – que todo salga bien – le dije antes de que se fuera, entré a cambiarme para ir a ver a Nat – buenos días – la saludé.

- Buenos días – me respondió - ¿café? – me ofreció, acepté – pensé que hoy no te tendría temprano por aquí ni a Steve, bueno él sí no está ¿qué pasó ayer?

- Steve será papá – dije, ella me abrazó.

- Felicidades, ustedes sí que no pierden el tiempo, pero ¿por qué no estás feliz?

- Porque yo no estoy embarazada.

- Ay no, no me digas que es de – asentí – pero, bueno supongo que todo bien entre ustedes porque ayer eran pura miel hasta la noche.

- Él me hace sentir segura y sé que podremos salir de esto, ya hemos esperado muchos años ¿no lo crees?

- Por supuesto.

- Entonces, dime que es lo que tienes – dije para ver la pantalla.

- Tengo dos posibles locaciones – asentí – ¿tienes planes para hoy?

- Para nada – le respondí – entonces vamos – fuimos a revisar la primera locación, no había nada, para luego pasar a la segunda locación – ¿tienes algo, Nat? – le pregunté por el intercomunicador.

- Nada, pero parece como si se hubieran ido hace un par de horas.

- Lo mismo pienso, ya sabes hay que buscar en cada rincón.

One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora