T3 - Capítulo XCIX: Decisiones

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- Srta. Erskine – dijo el secretario Ross al verme entrar.

- Sra. Rogers – corrigió Steve, nos sentamos.

- Perdón, lo olvidé es que no recibí invitación – contestó – pero ese no es el motivo por el cual estoy aquí – encendió la pantalla y aparecieron videos del día de hoy – durante todo este tiempo han estado operando libremente, violando constantemente protocolos de seguridad y fronteras, poniendo en peligro a los demás, por más que sigan llamándolos héroes.

- ¿Y usted cómo nos llamaría? – preguntó Nat.

- Peligrosos – dijo viéndome – claro que unos más que otros – vio a Bruce – ahora puedes estar controlado, pero ¿Qué pasaría si alguien te hace enojar mucho?

- No lo sé – respondió – ¿Quiere averiguarlo?

- No me retes, Banner – contestó – pero no he venido por ti o por usted, Srta. Maximoff – sacó de un maletín un enorme conjunto de hojas – la ONU se ha pronunciado – me lo extendió, estaba titulado como los Acuerdos de Erskine.

- Creo que el título deja claro por quién vino – contesté.

- Agradezco lo que hizo por esta nación y realmente lamento lo que le ocurrió – dijo.

- ¿Lo lamenta? – pregunté – estuve casi 70 años sin tener control sobre mí ¿sabe lo que es eso?

- No, no lo sé, pero algunos de sus compañeros, sí – vio nuevamente a Bruce y Wanda – sin embargo, ninguno de ellos se iguala a usted – empezó a correr diferentes videos, algunos eran antiguos, eran sobre mí siendo Dark Sun, daba un pequeño salta cada vez que oía el sonido del gatillo tirado por mí.

- Suficiente – dijo Steve – ¿Qué es lo quiere, general Ross? – tomó mi mano – sea directo, dígalo sin rodeos.

- Queremos asegurar a las personas que ____ Erskine, Dark Sun, el Fénix incluso ___ Rogers no los desintegrará ¿entienden?

- ¿Qué cree que soy? – pregunté molesta – ¿un monstro? Porque es lo que – Steve me interrumpió.

- No hables más, mi solecito – pidió – ¿Era necesario que todos estén aquí? Si quería hablar con mi esposa y decirle todo esto hubiera sido en privado, díganos de una vez qué es lo que realmente quiere – le extendió los papeles.

- No más autonomía para ustedes, si quieren seguir operando tranquilamente, deben firmar estos acuerdos, antes de ir a cualquier misión deberán requerir la aprobación de todos los miembros.

- Yo no hablo por todos, pero ¿cómo sabremos si no hay nadie de H.Y.D.R.A. incluso igual o peor que ellos dentro de ese panel? – dije.

- Creí que ya había desintegrado a todo H.Y.D.R.A. – dijo, Steve quiso pararse, lo evité.

- No todos, algunos están en prisión como el antiguo senador de Pennsylvania Stern – respondí – alguien quien estuvo frente a sus narices todo este tiempo o quizás usted es un miembro.

- ¿Me desintegraría?

- Sin dudar – respondí, vi a los demás – pero le haré esto fácil a mis amigos – vi a Ross nuevamente – usted no quiere la firma de ninguno de ellos, ni siquiera de Wanda ni de Bruce, solamente quiere la mía por algo el título y yo volveré a poner mi vida y mis decisiones en este gobierno, ya sabe lo que pasó la última vez que hice eso, yo cumplí mi parte, pero ustedes, y no pienso arriesgarme ni a mis amigos ni a Steve.

One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora