One in a million (Steve Rogers & tú) (Steve Rogers y tú)

ADELANTO TEMPORADA II

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- ____ – lo oí llamarme, bajó de un taxi y caminó hacia mí.

- Steve – dije sorprendida al verlo, tenía el cabello y la barba larga, juraba que estaba un poco más grande.

- ____, perdóname – dijo para después abrazarme, le prohibí a mi cuerpo que sintiera algo, se separó de mí al notar que no le correspondí al abrazo – casarme con Sharon, fue el peor error de mi vida.

- Perdón, pero no entiendo por qué tienes que decirme esto – le dije sonando tranquila.

- Porque – su vista se posó en el anillo de compromiso que llevaba puesto y luego en la bolsa de la tienda de maternidad – perdón, no debí venir – lo vi confundida – que tengas una bonita vida, solecito.

- Espera, no te puedes ir así.

- Sí, puedo – me sonrió – no quiero seguir arruinando tu vida, cuídate – dijo para dar media vuelta y caminar hacia el taxi del que bajó, noté que cojeaba ligeramente, ahora solo estaba llena de dudas, pasaron unos segundos mientras trataba de procesar lo ocurrido.

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- ¿Hola? – contestó.

- Steve – dije llorando – necesito que me ayudes.

- ¿Dónde estás? – dijo preocupado.

- En el atelier donde me dejaste, ven pronto, por favor.

- Estoy cerca, llego rápido – pasaron unos 10 minutos en los cuales presionaba el corte para evitar que siguiera sangrando, empecé a toser fuertemente, estaba botando sangre por la boca, oí que se rompió la puerta – ¡___! – gritó Steve, no podía hablar solo tocía, llegó a mí – ¡Por Dios, ____! – se acercó a mí e hizo un torniquete con las telas que había – estarás bien ¿de acuerdo? – llamó a una ambulancia, se quitó su chaqueta para cubrirme y me alzó en sus brazos para salir de ese lugar, empezaba a ver todo borroso – no me dejes, no te duermas – oí el sonido de las sirenas, me colocó en una camilla para que suba a la ambulancia conmigo, sostenía mi mano mientras los paramédicos me colocaron una máscara de oxígeno y trataban la herida.

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- Te dije que era una vieja amiga – me dijo – qué fácil te olvidaste de mí, amiga y yo que te seguía recordando con mucho cariño – no podía salir de mi asombro – las mejores amigas hasta el final, me duele que lo hayas olvida – dijo sarcásticamente.

- ¿Cómo es eso posible? Tú deberías muerta, al menos fue eso lo que me dijeron.

- Pues me siento más viva que nunca y me encanta – sonrió – y respondiendo a tu primera pregunta, gracias a la ciencia, tu mente no es la única brillante, bueno no era la única en aquella época – intentaba decir algo, pero me había dejado sin palabras – yo estuve oculta en cada desgracia que te ha ocurrido hasta ahora, pero te lo mereces, por dejarme, por traicionarme.

- Yo no quería que las cosas pasaran así.

- Eso no podré saberlo, pero te tengo otra sorpresa más – se acercó a la puerta para abrirla – ya puedes pasar – lo vi entrar a la habitación usando otros colores y otra insignia, él solo me observaba sin expresar alguna emoción, yo me sentía traicionada – ¿no es el hombre más guapo que existe? – dijo para besarlo, él le correspondió, yo solo quería pensar que esto era una horrible pesadilla.

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- No, eres ningún Dark Fenix ni Dark Sun, eres ____ Erskine – me dijo Steve – eres una encantadora joven alemana que adoraba a su familia, eres un solecito, tus flores favoritas son los girasoles, adoras la música y los lazos – se acercó más a mí – eras la primera aulladora, ayudaste a derrotar a H.Y.D.R.A. muchas veces, sobreviviste a ellos, eres la mujer más fuerte que conozco – tocó mi mejilla – siempre has estado para mí desde que era solamente el chico debilucho de Brooklyn, me has salvado el trasero muchas más veces de lo que me gustaría admitir, te enamoraste de mí, de Steve Rogers y yo fui solo un tonto que siempre arruinó todo porque no quería perderte porque sabía que las novias podían ir y venir, pero una verdadera amiga como tú, jamás, no quería perderte.