- Ese tipo de hombres solo busca cojer con cualquier mujer linda que vea.
- ¿Me estás diciendo linda? - subo la mirada.
- No, digo que él te vio linda - no me dirige la mirada.
- Ja ja, gracioso.
- Se supone que vinimos a encontrar a alguien, en qué estábamos pensando.
- Tú veniste a encontrar a alguien, yo solo vine por mis amigas, con permiso - fui hacia la mesa de bebidas encontrándome con un hombre más.
- Una por favor - el mesero me ovedeció.
-¿No estás muy chica para eso? - pregunta el hombre, tenía un traje con detalles dorados al igual que su máscara de león.
- No - tomo el shot de una, mi mirada se quedó en el chico de antes en medio del salón rodeado de chicas que querían seducirlo.
- Es un buen muchacho - dice antes de tomarse su shot.
- ¿Lo es?
- Si, trabajó conmigo en mi empresa hasta que tuvo el dinero suficiente para hacer la suya - suelta una risa - es inteligente, ahora su empresa gana más que la mía, es un genio y ni hablar de su físico.
- Pero...
- Podrá ser serio al inicio pero en cuanto te ganas su confianza es de las mejores personas que podrías conocer - hubo un silencio - te dejo, mucho gusto.
- Igual - me volteo para tomar otro shot.
- Eres la única que no me ruega para bailar, ¿puedes venir? - lo escucho detrás mio.
- Para eso están, ¿no? - mi vista comenzó a ponerse borrosa y mi cabeza a girar, porqué elegí éste día.
Fui hacia el jardín de antes respirando pronfundo.
- Chicas...dónde están...
- Hey ¿todo bien? - veo una silueta acercarse.
- ¿Eres tú verdad?
- No habías tomado ¿cierto?
- ¿Eso importa?
- Ven - el chico me sentó junto a él y tomó mi cabeza recostándola en su pecho con su brazo al rededor mío - estás caliente - toca mis cachetes y me quita la máscara.
- ¡Hey! - me levanto.
- Estás roja - noto como se quita la máscara y se arregla el cabello - ven - se acomoda al final de la banca para usar sus piernas de almohada.
No podía ver mucho pero acepté, puso su abrigo sobre mí, se sentía cálido, sonreí, mis ojos se sentían cansados así que los cerré.
Minutos después desperté, eso creo.
- ¿Qué hora es? - me levanté con cuidado.
- las 4.
- ¿¡Qué!? - me quité el abrigo.
- ¡Hey! Eso es caro - recoge su abrigo sacudiéndolo.
- ¿Por qué no me despertaste? - le digo en voz alta.
- Necesitabas descansar.
- Mis amigas...
- Les dije que te llevaría a
casa.- Eres un extraño, ellas no lo harían.
- En realidad la mayoría de los hombres que llegaron los conocía por las empresas en las que trabajan, el daddy de tu amiga me conoce, sabe que no te haría nada malo.
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꒰ ☁︎ ꒱ ,, ⌲ Baby & Daddy
General FictionDaddy y yo, simplemente él y yo. +18 • No copiar • No editar • Original