- ¿Qué te parece? - daddy me recibió en la casa con un gorro navideño y el árbol de navidad puesto con algunos adornos.
- Me parece que hay que ir de compras - dije soltando una risa.
- Eso le dije - menciona Anna.
- Oigan, no es mi culpa, simplemente no me gusta adornar, por eso no hay suficientes cosas.
- Bueno, me iré a cambiar y saldremos a comprar.
- Pero bebé...
- Daddy, en serio - seguí subiendo las escaleras dejando a daddy atrás.
Qué mejor que una sudadera en tiempos de invierno, en mi armario busqué una sudadera blanca para combinar con mis tenis, calcetas y pantalón, los primeros eran del mismo color y el pantalón era de una mezclilla clara con un doblez al el final, sobre eso me puse un abrigo beige para un toque elegante, tomé la plancha y le di ondas delicadas a mi cabello, me miré al espejo aprobando lo que conseguí, me retoqué el maquillaje de la mañana con un labial mate, toques de rubor, polvo, rimel en las pestañas, la misma sombra del rubor en mis párpados y por último el peinado de mis cejas.
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Bajé con daddy esperando en la sala analizando lo que había de mal en el árbol.
- Listo - me acerqué dándome la mano daddy para ir a la salida juntos.
- En unas horas regresamos - le dice a Anna despidiéndose.
- Está bien, cuidado - responde la mujer.
La plaza seguía igual de llena que la última vez, las tiendas eran un desastre, la gente había llegado a comprar sus regalos de navidad desde ahora y los empleados se veían desesperados, la tienda de adornos estaba mitad llena, pensamos en volver luego pero seguro las cosas más lindas se terminarían, daddy me tomó de la mano y nos introdujimos a la tienda entre la gente, terminamos saliendo con cuatro bolsas llenas de adornos, daddy se emocionó con cada cosa que veía, incluso compró unos chocolates en forma de pino, reno, copo de nieve y de santa al pasar frente a una tienda de dulces, esta vez yo era la persona madura.
Llegando a casa daddy ya se había acabado el paquete de chocolates en el auto, se veía muy feliz pero era normal, se había comido muchos chocolates.
- Aquí está todo - dejé las bolsas que yo traía en la sala.
Daddy dejó lo suyo a un lado para luego ir por un vaso de agua con una sonrisa, debí quitarle algunos chocolates.
- Perfecto, ¿empezamos ya? - Anna se emocionó al ver la gran cantidad de adornos.
- Bien.
Daddy de bromista puso canciones navideñas entregándonos gorros de navidad para usarlos en lo que adornábamos la casa, bailamos y cantamos en todo este rato, el adornar fue más tardado de lo que creía, pero al cabo de dos horas habíamos terminado, la casa estaba completamente con un aire navideño, incluso la escalera tenía focos y una tira de escarcha verde con blanco, el árbol estaba cargado de esferas demasiado lindas y luces que las hacían resaltar, de bajo se colocaron unas cajas de regalos falsos, la estrella en el árbol no se dejaba opacar, las plantas con maceta tenían un listón rojo hermoso, en la puerta de la entrada se colgó una corona navideña muy linda, a las almohadas de los asientos se les cambió de funda a unas rayadas como los bastones de caramelo en el bote de cristal sobre la mesa, sin mencionar que por fuera también se adornó, se colocaron luces, moños, escarcha, incluso estatuas de renos de color blanco, la casa tenía en su totalidad cosas blancas, rojas, doradas y verdes, fue un gran trabajo en equipo, al final Anna nos ayudó a tomar algunas fotos para imprimirlas y colgarlas en el árbol al igual que guardarlas, daddy invitaba a Anna a salir, ella se negaba asi que tomó su celular y nos acercamos ella tomando lindas fotos.
