(extra)Ordinaria | KookMin

XX.

XX

Taeyeon se sobresaltó cuando alguien la abrazó por detrás, pero rápidamente pudo darse cuenta de quién se trataba.

—¿Por dónde te metiste?

—Le pedí permiso a tu ama de llaves. Me ama. —respondió Heesook.

—Tienes suerte de que esté aquí. Mi papá se enteró de que soy lesbiana. —rodó los ojos.

—¿Eres lesbiana?

Taeyeon era reservada. Jamás había mencionado cuáles eran sus preferencias en casi todo. Que de imprevisto le dijera a Heesook su forma de identificarse, la sorprendió. Para bien. Significaba que su amiga confiaba en ella.

—Tú también.

Heesook la movió hasta que estuvo acostada sobre su espalda y luego apoyó su cabeza en el hombro de Taeyeon.

—¿Por qué estás aquí? Usualmente buscamos a Jimin para el soporte emocional. Ella es la linda.

—Sí, pero... Ella no lo entendería.

Taeyeon se asustó. Tomó la barbilla de Heesook y la miró en busca de encontrar cualquier detalle que le resolviera sus dudas.

—¿Qué te pasó? Tienes las pupilas dilatadas. Es raro —observó cómo su amiga enrojeció—, y te acabas de sonrojar...

—Toqué una... vagina.

Lo primero que hizo Taeyeon fue desmenuzar la información en su cabeza. Después, se rio. Tanto, que tuvo que agarrarse el estómago. Su carcajada parecía infinita, pero Heesook le golpeó el hombro.

—¡AUCH!

—N-No te rías...

—Me acabas de decir que tocaste una vagina, ¿te estabas masturbando o qué?

Taeyeon se escondió cuando Heesook intentó golpearla con más dedicación.

—¡La de otra chica! ¡Y salí huyendo! Soy una estúpida...

Taeyeon se sensibilizó cuando observó el puchero en sus labios—. Hobi, seguro que estás exagerando. Además... ¿de qué chica hablas? ¿Lisa?

Heesook se echó el capul hacia atrás—. Supongo que Jimin te contó... Ella ni siquiera me habló para pedir disculpas. Como que me da igual, la verdad.

Taeyeon asintió, de acuerdo—. Entonces, ¿cuál?

Contarle a su amiga toda la historia sonaba tedioso. Heesook tenía pocas ganas de explicarle, y de seguro tendría que responder preguntas. Así que respondió:

—Es una amiga. Se está quedando en mi casa. Ella es adicta y tenía un episodio de abstinencia. Yo estaba ahí, así que intenté calmarla...

—¿Metiendo tus dedos en su-

—¡TAE!

—Ah~, Hobi, no es para tanto. Tienes veintidós, por Dios.

—Pero-

—Sí, sí, crees en el amor romántico en pleno siglo XX.

—¿Tú no? —Taeyeon pensó en Jimin y se encogió de hombros— Soy una idiota. Me aproveché de ella.

—¿Ella se negó?

«Más bien, me rogó», quiso contestar, pero se limitó a negar.

—No es eso...

—¿Entonces? ¿Qué te angustia?

A Heesook le preocupaban muchas cosas. No la conocía de nada y, a pesar de ese dato, no se había negado a ayudarla.