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Jeongguk mentiría si dijera que no sintió pánico. Era como si Heesook la estuviera acusando. Y ciertamente se acordaba de su rostro, pero no quería que ella la reconociera.

—Yo-

—¡Ggukie!

—Ji-Jimin-shi... —murmuró, atrapando su cuerpo que se le había tirado encima. Le dio un beso en la frente cuando se separó— ¿Cómo estás?

—Ah, Ggukie, te estaba buscando en la ooootra entrada. Es una casa muy grande, ¿verdad? —ella preguntó, mirándola con ojos brillantes.

Un carraspeo sacó a Jeongguk del sueño lucido que era Jimin. Cuando enfocó a Yoonji, cuya cara estaba arrugada en confusión absoluta, Jeongguk sintió vergüenza y maldijo, porque ¡Se había sonrojado!

—¿Ella es tu... novia? —preguntó Heesook, mirando a la mujer tatuada. Se veía... mayor.

Jimin entrelazó sus dedos con Jeongguk y se encogió de hombros.

—¿No lo sé? Todavía no se lo pido.

—Pe... ¿Pedírmelo?

Jeongguk había creído que ella sería quien hiciera la pregunta. No estaba segura cuándo, pero lo tenía interiorizado. Sin embargo, que Jimin estuviera tan segura de su decisión la tranquilizó.

—¡Claro, Ggukie! O tú a mí. ¿Qué importa?, ya estoy segura de mi respuesta.

—No es... ¿demasiado rápido?

Jimin alargó el cuello y besó los labios de Jeongguk, apoyándose en la punta de sus zapatos altos. Porque, a pesar de ellos, Jimin seguía siendo más baja. Era tierna.

—Nooo~.

Jeongguk posó sus manos en la curva del trasero de Jimin y metió la lengua en su boca, olvidándose del resto.

Jimin pensaba en lo bien que se sentía besar. Jeongguk la tocaba y allí ardía, también en medio de sus piernas.

Por otro lado, estaba Yoonji, quien, mientras que las veía besarse, estaba a punto de sufrir un desmayo por sobre información. Realmente no había pasado mucho tiempo alejada de Jeongguk, y ahora ella estaba de casi novia con la mejor amiga de su hermana. ¡Con quién hablaba por mensajes!

Heesook la abrazó por detrás y dejó un beso en su nuca descubierta. Yoonji se había recogido el cabello, dejando algunos mechones salir del moño.

—¿Qué piensas? Te quedaste ida en ellas.

Jeongguk y Jimin continuaban besándose. Hasta que fue incómodo para Yoonji, quien separó sus ojos de la extraña escena. Había algo en la vibra de Jeongguk que la confundía, pero no le molestaba. Era un cambio para bien. Como si estar en aquella situación con Jimin sirviera cual calmante para su alma rabiosa.

Jeongguk en un pasado había tendido a la tristeza y al enojo. Yoonji la vio teniendo un orgasmo y haciendo sus necesidades en el baño, así que podía jurar que la conocía en todas sus facetas. Aun así, un simple vistazo al encuentro entre su amiga y Jimin, le hizo notar un cambio significativo. O tal vez simplemente se trataba de un momento poco habitual en el que Jeongguk no se rendía ante la rabia.

—Mmh, ¿vamos adentro? —Yoonji le preguntó a Heesook, quien asintió de inmediato y la agarró de la mano.

Cuando se estaban marchando, sus ojos se encontraron con los de Jimin, y ellos brillaron en reconocimiento.

Yoonji le sonrió.

• • •

El sofá era largo, pero una pareja se estaba besando del otro lado y las piernas de Taeyeon se rozaban con las de Haneul. Ambas pieles desnudas y frías.

(extra)Ordinaria | KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora