(extra)Ordinaria | KookMin

XXXVII.

XXXVII

—¿Lo has hecho antes?

Heesook se mordió el labio inferior y negó con la cabeza. Yoonji acarició su barriga descubierta.

—Esperaba.

—¿Qué?

—No lo sé. Supongo que... ser correspondida.

Yoonji alcanzó sus labios y los besó sin miramientos. Heesook no se hizo la de rogar. Los dedos se enredaron en el cabello corto de Yoonji, presionando sus cuerpos juntos.

—Eres linda.

Fue lo único que pudo responder. Cerró los ojos y se dejó guiar por el beso mojado que compartían.

—¿Te gusto? —Heesook preguntó.

Había algo en tal cuestionamiento que dejó a Yoonji perpleja. Era la urgencia de su respuesta, o tal vez el calor que empezó a irradiar su cuerpo de estrella.

—Me gustas. —susurró.

Heesook le dio la vuelta, uniendo sus vaginas y comenzando un vaivén que les resultaba común a tales alturas.

Amando la proximidad en su burbuja.

—¿Quieres hacerlo conmigo?

Heesook no logró asentir. Estaba ocupada gimiendo, jadeando, apretando la carne de Yoonji y a veces rasguñando. Ella ni siquiera estaba adentrando sus dedos, pero las caricias en su clítoris la volvían loca. La cabeza le daba vueltas y sus piernas temblaban.

Aumentó cuando Yoonji se deslizó hacia abajo cual serpiente. Heesook se sostuvo de su cabeza, enredando sus dígitos entre los cabellos cortos.

—Pregunté algo... ¿quieres hacerlo conmigo?

Sintió el tacto de un apéndice blando, ancho y húmedo; acariciaba sus labios vaginales, así que Heesook extendió el arco de sus piernas y Yoonji la penetró levemente con la punta de su lengua.

—¡Sí! ¡Oh, Dios, sí!

La risita de Yoonji causó cosquillas en donde impactó. Pero Heesook, apurada por conseguir un orgasmo, ubicó su vagina en su boca, instando a utilizarla en algo más. Yoonji no se quejó, al contrario: Retomó su labor con ganas.

• • •

Heesook decidió ir a la cocina luego de que Yoonji cayera dormida. Grata no fue su sorpresa al encontrarse a Taeyeon en el pasillo. Compartieron miradas serias.

—¿Yoonji? ¿En serio? No sé por qué no me sorprende.

Heesook tan sólo calló. No sentía la necesidad de explicar su obvia atracción hacia la hermana de su amiga.

—Es como Lisa. O quizá peor. —remató Taeyeon, voz seria, pero suave. Como si intentara establecer un punto.

Heesook quedó en blanco. Intentó explicar su punto de vista: ¡Yoonji no estaba dejándola en terreno baldío! Ellas tenían algo. Que ese algo estuviera viciado por varios factores era otro tema.

—Ella me quiere.

—Quiere tu cuerpo.

—Es a lo que me refiero.

Taeyeon se rio—. ¿Desde cuándo sólo buscas un polvo? ¡Qué carajos! De un día para otro... ella lavó tu cerebro. Es que me va a escuchar-

—¡Tae, no! —interrumpió a su amiga cuando ella, ofuscada, se dirigía a la habitación en la que Yoonji dormía— Está descansado. No la molestes ahora.