(extra)Ordinaria | KookMin

LXXVI.

LXXVI

Heesook dejó un girasol en la lápida y se puso de pie. Su padre le acarició el hombro y ella se alejó del tacto. Caminó hacia su auto a paso veloz. Iba tarde a clases.

—¿Me evitarás para siempre?

—Han pasado dos meses desde la muerte de mamá.

—Por lo mismo —el hombre se subió en el asiento del copiloto y Heesook se cruzó de brazos—. ¿Me culpas de su muerte?

—No.

—¿Entonces por qué me odias?

—Porque ella murió con el corazón roto.

El señor Jung asintió, sopesando lo dicho por su única hija. La vio conducir al mismo tiempo que caía en cuenta lo mayor que era. No la niña pequeña que alguna vez cargó en sus brazos.

—Dame una oportunidad, Hobi.

—No me llames así.

—¿Por qué no? Eres mi hija-

—¿De verdad? ¿Por qué no lo recordaste las veces en las que nos dejabas solas para navidad? Sin contar los cumpleaños, mis graduaciones...

—Tenía trabajo y-

—¡No es excusa! —exclamó. Terminó con la respiración agitada y los orbes cristalizados— No lo es...

—Dame una oportunidad. Tu mamá y yo ya no nos queríamos. Ella se aferraba a mí por costumbres y... No hubiera funcionado como pareja, tal vez como amigos. Ahora que ella se fue... No quiero perderte a ti también.

Heesook se limpió las lágrimas, pero esa vez no respondió. Por fortuna o no, ambos se dirigían al mismo lugar: La universidad. Heesook como estudiante, y su padre a cumplir su función de profesor.

Sin embargo, Heesook se quedó pensando en sus palabras. La pérdida de su madre le había dejado un hueco en el pecho que dejaba de doler si pensaba en las selcas que Yoonji posteaba en Twitter con su nuevo corte de pelo.

• • •

El sillón de la mujer era oscuro y brillante. Yoonji no se hacía una idea de cuánto podría costar.

—Min Yoonji, ¿me estás escuchando?

—¡Claro! —respondió con falso entusiasmo.

—Le pregunté si ha pensado en drogas, escaparse de casa...

La mente de Yoonji se llenó de lo vivido con el Amo. Sacudió la cabeza, asqueada. Él se había inyectado heroína antes de obligarlas a hacer cosas. Era un ejemplo de la mierda que eran las drogas, y cómo intentó pasar esa verdad objetiva por el arco del triunfo. Consumir su preciosa Dama Blanca era impensable ahora mismo.

Negó lentamente.

—Subo videos a Youtube acerca de mi música y eso. Además de que mis papás me inscribieron en un curso de tambor.

—¿Qué piensas de terminar la escuela?

Yoonji hizo mala cara—. Sería ir en contra de mis letras anti escuela.

—¿Escribiste Pumped Up Kicks de casualidad? —bromeó la mujer.

Yoonji no pudo controlar su carcajada. Era fácil hablar con ella, se sentía en confianza. Además, no era una persona de su alrededor a quien aburriría con sus problemas, puesto que escucharla era su trabajo.

—No tan perturbador~.

—Y... ¿Qué hay de Heesook?

Pensar en Heesook ya no era tan común. A pesar de que sabía que la estimaba, aprendió a comprender su decisión.