LXXIII

84 17 8
                                    

LXXIII

—Me siento mal.

—Ir al psicólogo es una opción razonable.

—Necesito dormir, no hablar de mis problemas.

—Yoonji...

—Mamá... ¡Estoy aburrida! —Yoonji resopló. 

—¿Prueba con terminar la escuela? —preguntó su papá, ¿sarcástico?

—La escuela es una mierda.

—Ella tienen razón. —Taeyeon bostezó.

—¡Pero a ti te va bien! —Yoonji se quejó.

—Naturalmente. Pero no hay vacaciones cuando quiero, lo que es problemático. —se refirió a la situación actual.

La herida en el hombro estaba muy bien y los médicos le habían dado de alta. De camino a la salida, fue obligada a sentarse en una silla de ruedas. Sus papás hablándole sobre la importancia de la salud mental. A Yoonji no le interesaba un carajo, pero agradecía que Taeyeon no pasara por alto su existencia como había sido costumbre durante tantos años.

Antes de que el ascensor cerrara sus puertas metálicas, se escuchó un grito.

—¡Esperen!

Se trataba de Jin, quien había conseguido detener el curso del ascensor. Namjoon apareció más atrás, arrastrando a Jimin en su silla de ruedas,
y Jeongguk, con un bolso repleto de lo que seguramente eran las cosas de Jimin, también ingresó.

La tensión era apabullante. Yoonji chifló al son de la canción que sonaba hasta que se detuvieron en el piso solicitado.

—Hola, unnie. —Jimin la saludó con la mano antes de que sus caminos bifurcasen.

Yoonji le sonrió, mostrando sus encías. No tuvo tiempo de responder ya que Heesook apareció trotando.

—¡Lo siento, Jiminie! El auto se averió.

—No te preocupes, Hobi~. —canturreó Jimin, mirando de reojo a Yoonji, quien se encogió en sí misma.

No había hablado con Heesook desde hacía mucho. Verla ahora era impactante. Yoonji se odiaba, pues su corazón no dejaba de latir despavorido.

—Bueno, entonces nos vamos. —dijo Taeyeon, incómoda.

—¡Espera! —Jimin la llamó. Taeyeon le respondió con un carraspeo de garganta— ¿Vendrás a mi casa?

Taeyeon asintió sin darle una ojeada, decepcionando a Jimin.

Antes de que ambos grupos de personas se separaran, Yoonji compartió una sonrisa sutil con Jeongguk.

• • •

—¿Cómo era follando?

Yoonji frunció el ceño—. ¿Heesook? Buena.

—¡Hablo de Jeongguk! —Taeyeon se sonrojó.

Soltando una risita, ella respondió—: También, pero muy dominante. No es mi cualidad favorita.

—Tiene la pinta. Ah, me negaba a creer que el mundo es tan pequeño como para que la misma Jeongguk que mis padres odian sea mi profesora y la novia de Jimin.

—¿Por qué el súbito interés por Jeongguk?

—No lo sé. Ella le gusta a Jimin...

(extra)Ordinaria | KookMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora