LXIX
—Quédense aquí. —había dicho Namjoon.
Taeyeon no se veía capaz de hacerle caso, así que dio un paso adelante, captando la atención del hombre.
—Tengo que ver a Jimin.
Heesook estaba nerviosa y muy asustada, pero también quería estar para ayudar en lo que fuera a Jimin. Incluso si era improbable ser necesaria.
—Igual. —dijo, de pie al lado de Taeyeon.
Namjoon suspiró, cansado—. No saldremos del auto.
Ellas habían sonreído, creyéndose ganadoras.
Pero en el auto, y con la ansiedad revolviendo sus estómagos, ninguno de los tres estaba para creerse un ganador. Jimin yacía adentro, Jeongguk y Jin también, la policía no llegaba y un disparo se había escuchado.
Taeyeon y Heesook sintieron que su corazón dio un vuelco. Namjoon, por otro lado, y como cada vez que su familia estaba en peligro, se permitió rezar.
Cuando los policías entraron a los edificios que cuyo letrero citaba «Welcome to the fabulous Jeju», los tres bajaron del auto.
Heesook agarró la mano de su amiga.
Namjoon apretó la mandíbula.
Taeyeon temblaba.
—¡Park Jimin! —avisaron los paramédicos, moviendo a Jimin a una camilla. Ella estaba maltratada, tan blanca como un papel.
Taeyeon corrió a su encuentro. Reparó en que tenía el rostro hinchado y los ojos más pequeños de lo habitual, pero la expresión facial denotó conocimiento.
—Yoon-Yoonji... —ella susurró. Tan bajito que únicamente Taeyeon lo había escuchado.
—¿Eh? —le preguntó Heesook— ¿Cómo estás, Jiminie? —la abrazó, ignorante del susurro que había hecho ruido en Taeyeon. Jimin se soltó a llorar otra vez y Heesook se consideró a sí misma una tonta de primera— ¡Lo siento, Jiminie! ¡Qué pregunta es esa! ¡Te quiero muchísimo!
Jimin no respondió. Jeongguk arribó y le agarró de la mano, pero ella apartó el rostro.
—Jiminie...
Namjoon estaba preocupado. Verla en esas circunstancias lo hacía rememorar el pasado y no le gustaba. Paradójicamente, no ver a Jin lo ponía nervioso. Le preguntó al paramédico por la salud de su hermana y recibió una respuesta ambigua, pero esperanzadora. Cuando Jeongguk le pidió ir con ella, aceptó por falta de cabeza.
—Cuida a mi amiga, por favor. —le dijo Jeongguk, agarrándolo de los hombros.
Siguió su mirada, encontrándose a una mujer delgada y pequeña en una camilla. Le brindaban primeros auxilios.
Taeyeon y Heesook, quienes habían estado pendientes del intercambio de palabras, cayeron en cuenta de quién se trataba. La primera en reaccionar fue Heesook, corriendo en dirección a Yoonji.
Calva y destruida. Parecía un cadáver y Heesook se asustó.
—¿E-Esta bien? ¡Yoonji, por Dios! ¡¿Qué te pasó, Yoonie?!
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(extra)Ordinaria | KookMin
FanfictionPark Jimin es una niña superficial que definitivamente no debería resultarle extraordinaria. Hasta que lo hace, y Jeongguk se encuentra a sí misma pululando a su alrededor cual satélite. O en donde Jimin y Jeongguk son alumna y profesora respectivam...