XXXII
Namjoon apartó a Jin de su entrepierna luego de eyacular. Limpiando el labio inferior de su novio, se acercó a darle un beso en la frente. Jin ronroneó, inclinándose al tacto, pero Namjoon no lo permitió.
—Debo ir por Jiminie.
Jin asintió, entendiendo la prioridad. Se acomodó en el asiento del auto y sacó un espejo de un bolsillo. Namjoon empezó a conducir en dirección a la estación de policía.
—La veo animada últimamente.
—Me alegra tanto. Aunque el que le guste alguien...
—No seas celoso, Nam~ —cantó Jin—. Le gusta una chica.
Namjoon estaba gratamente sorprendido. El que Jimin gustara de mujeres lo hacía sentir más tranquilo. Tal vez si estaba con una chica igual de delicada que ella, él se sentiría en paz. Significaría que nadie podría lastimarla.
Conversar con Jin siempre se sentía bien. Despejaba sus preocupaciones y angustias. No mencionaban en voz alta la crisis que Jimin había tenido al momento en el que se suponía que debía grabar Serendipity, pero tampoco querían embarcarse en un tren de preocupaciones sin retorno.
—Adiós, amor. —Namjoon se despidió, besando la sonrisa de Jin. El inspector no se quedó con un beso casto, tuvo que profundizar. Para Namjoon realmente no era un problema.
—¿Pasas por mí?
—¿A qué hora?
—Te mando un mensaje, guapo. ¡Me saludas a Jiminie! —se despidió en un grito.
—Vaaale. Te amo.
Bajó el vidrio de la ventana con la intención de verlo hasta que desapareciera detrás de la puerta. Cuando lo hizo, reanudó su camino a recoger a Jimin.
Una vez llegó, la buscó por todos lados. No había muchos estudiantes pululando; se retrasó por veinte minutos.
—Ah, maldición.
Estacionó el auto y se bajó, aprovechando para revisar su bandeja de entrada. Jimin nada que aparecía.
Suspiró luego de un rato. Observó a los alrededores, pero de su hermanita no había rastros. No quería exaltarse, aunque estaba siendo casi imposible. Afortunadamente, sus ojos se encontraron con los de una mujer que reconocía como la profesora que había auxiliado a Jimin en un ataque de pánico; ella también lucía como si estuviera buscando a una persona, a juzgar por su rostro serio y su mirada inquisitiva.
—Hola, soy Park Namjoon. Hermano de Jimin.
La profesora arrugó la cara. Era alta, casi parecía que de su estatura. Espalda ancha y manos grandes, características que en otra fémina lo hubieran hecho calificarla como masculina, pero en ella era proporcional a sus medidas.
—Te recuerdo. —se limitó a responder.
Namjoon abrió la boca para preguntar por Jimin, pero unos gritos poco entendibles lo interrumpieron. Ambos se alertaron, volteando la cabeza en dirección al ruido.
Jeongguk fue la primera en encontrar la fuente de la bulla. Namjoon sintió vértigo y sus piernas sufrieron calambres gracias a lo que se exponía frente a sus ojos, mientras que la profesora caminó a pasos largos y agarró al tipo del cuello de su camisa.
—¡Hijo de puta! —exclamó, fuera de sí.
Namjoon corrió a socorrer a Jimin mientras que, de fondo, Jeongguk golpeaba el rostro del tipo.
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(extra)Ordinaria | KookMin
FanfictionPark Jimin es una niña superficial que definitivamente no debería resultarle extraordinaria. Hasta que lo hace, y Jeongguk se encuentra a sí misma pululando a su alrededor cual satélite. O en donde Jimin y Jeongguk son alumna y profesora respectivam...