LXXVIII
Jimin salió de la escuela con un nudo en la garganta. Taeyeon hablaba de algo que ella no terminaba de entender, pero tampoco se esforzaba.
—Tengo que ir a un lugar.
—¿Ah?
—Tengo que ir a un lugar. —Jimin repitió, mordiéndose el labio inferior.
Jin y Namjoon aparecieron para preguntarles cómo les había ido, pero Jimin salió casi que corriendo y agarró un taxi.
—¿Para adónde va? —preguntó Namjoon, confundido.
—Supongo que, con el estrés del suneung fuera, tuvo tiempo de extrañar a Jeongguk como no había podido.
Para los tres tenía sentido, así que no discutieron lo consecuente: Ellas, tarde o temprano, terminarían consolidando su tensión sexual.
—Oigan... ¿Ese es el auto de Heesook? —Jin inquirió.
—Ahh, sí es... Qué buen un día para volver con tu ex. —Taeyeon bromeó, aunque, en el fondo, se alegraba por sus amigas.
• • •
Por suerte, Jimin recordaba la dirección de Jeongguk. El frío calaba sus huesos mientras se debatía entre tocar o no.
Terminó ganando la opción obvia.
Dos golpecitos después, Jeongguk le abrió la puerta. Tenía un suéter enorme y el cabello suelto y despelucado.
—Jimin.
—Ggukie. —murmuró, apretando las piernas.
—¿Q...Qué haces aquí? Ven, pasa, pasa.
Jeongguk la agarró de la cintura, tirando de su cuerpo hacia el interior. Jimin, ensordecida por la ansiedad, besó sus labios. Se demoró en ser correspondida, pero la fuerza que la profesora utilizó para tumbar su cuerpo en el colchón no era broma.
—Jimin...
—Te extraño, bésame.
Jeongguk no podía negarse a una petición que ella misma había estado soñado desde hacía mucho. Aprovechando que Jimin sacó su lengua, enredó la suya alrededor de esta. Era una unión acolchada, mojada. Tan excitante que le causaba espasmos.
Bajó una mano hasta apretar un seno blando entre los dedos. Jimin se quejó, pero Jeongguk la despojó de sus ropas superiores con frenesí. Una vez sus pechos estuvieron desnudos, metió el pezón erecto a su boca, dibujando el contorno con su saliva. Jimin se sostuvo de su cabello, balbuceando palabras que Jeongguk no llegaba a comprender.
Pero, sin precedente, Jeongguk entendió.
—Ggukie... Me duele...
—¿En dónde? —preguntó, respirando de forma agitada.
—A-Aquí...
Jimin se abrió de piernas para ella y Jeongguk resolvió quitarle los pantalones, pero le dejó la ropa interior. Observó la vagina a través de las delgadas bragas de encaje color vinotinto. Pasó el pulgar por donde seguro estaba el clítoris y Jimin chilló.
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(extra)Ordinaria | KookMin
FanfictionPark Jimin es una niña superficial que definitivamente no debería resultarle extraordinaria. Hasta que lo hace, y Jeongguk se encuentra a sí misma pululando a su alrededor cual satélite. O en donde Jimin y Jeongguk son alumna y profesora respectivam...