(extra)Ordinaria | KookMin

XLII.

XLII

—¿Vas a salir?

Heesook asintió en dirección a su madre, poniendo el punto final a su trabajo. No era buena con las palabras, pero su escrito parecía elocuente.

—Yep.

—¿Con...?

—Una amiga de la uni.

—No con Jimin y, ¿cómo se llamaba la otra?

Heesook suspiró—. Taeyeon.

—La que parece... chico.

—Taeyeon no parece- —se detuvo a sí misma, sacudiendo la cabeza—, como sea.

—¿Al menos tiene tu edad?

—Es mayor, mamá.

Ella asintió y jugó con su cena. Como regularmente, sólo eran ella y su madre en la mesa. De su papá ni idea.

—¿Has hablado con tu papá?

—No.

—Ya.

Heesook se debatió entre preguntarle la razón de su cuestionamiento y dejarlo pasar. Era más consecuente de su parte ignorarlo. La tensión entre ellos siempre había estado, después de todo.

—¿Te llevo al Hospital?

—No es necesario.

Le dio un beso en la frente como despedida y se marchó, agarrando las llaves del perchero.

El ford la recibió con un pitido. Puso música y condujo hasta la casa de Yoonji, pensando en que tendrían que idear un plan de escapada, pero se sorprendió cuando recibió un mensaje de texto.

«Entra. Hablarás con mi mamá»

«Yoonji??? Y cómo tienes mi número?»

«Mi hermana piensa que me engañó al darme el número de su novia. Soy más lista que eso, lo cogí a la segunda!!
ENTRA.»

«Q carajos? Pero bueno voy»

Saludó a la ama de llaves y conversó con ella sobre banalidades. En la sala de estar se encontró con la señora Min. Admitiría que se sintió nerviosa.

—Bu-Buenas tardes...

—Hola, Hobi, ¿cómo has estado?

—A-Ah, bien, gracias. Yo- Mmh.

—Tae no está.

Heesook abrió la boca para decir que, de hecho, no era a quién buscaba, pero Yoonji bajando las escaleras la distrajo. Tenía la guitarra que ya le había mostrado, pero que no tocó en su presencia.

—¡SOOKIE!

Heesook se sonrojó ante el apodo. Yoonji no lo había utilizado hasta ese momento. Le causaba ternura vestida con un crop top mangas largas, a rayas y con cuello de tortuga; una falda oscura de machetes; medias hasta los muslos y zapatos altos.

—Yoon...

—Ah~, vamos a tiempo.

La mujer mayor las miró a cada una, confundida.

—¿Desde cuándo son... amigas?

—Es que un día vine a visitar a Tae y hablamos, compartimos número y.... así. ¿Cierto, Yoonji?

Ella asintió rápidamente—. Podemos salir, ¿verdad?

La mujer entrecerró los ojos, pero terminó suspirando.