━━TE SOBRESALTASTE cuando la turbulencia del aterrizaje del avión te despertó de tu sueño. Abriste la pequeña cortina a tu izquierda. Timmy siempre se aseguraba de darte el asiento junto a la ventana. A través de la pequeña ventana, se podían ver hileras de palmeras alineadas en la pista.
A pesar de estar todavía dentro del avión, se notaba que el aire exterior era cálido y acogedor. Tus ojos viajaron a la mata de cabello rizado que descansaba sobre tu hombro. No tenías idea de cómo la turbulencia no lo había despertado. Tu corazón dolía por el chico. Sabías que tenía que estar agotado por su implacable agenda.
Pasaste tus dedos por su cabello enredado, susurrándole al oído — Oye amor, estamos aquí.
Sus ojos pesados se abrieron lentamente, de un verde brillante y te miraron fijamente.
— ¿Cuánto tiempo he estado durmiendo? — Preguntó, con la voz todavía baja y aturdida.
— Desde que despegamos, Timmy — Respondiste con una risita.
Timothée y tú habian planeado estas vacaciones por capricho. Te había dicho que tenía unos días libres y que quería que escogieras cualquier destino de tu elección. Habías elegido Hawái.
Entraste a trompicones en tu habitación de hotel con el chico alto pisándote los talones. Tan pronto como cerró la puerta detrás de él, te agarró por la cintura y dejó caer las maletas que alguna vez sostuvo en sus manos. La acción repentina te tomó por sorpresa cuando su rostro se alejó de repente a centímetros del tuyo.
— ¿Estás bien, amor? — Una sonrisa se dibujó en tu rostro mientras hablabas, sabiendo que Timothée nunca había sido paciente.
— Estoy más que bien — Respondió — En realidad... estoy perfecto.
Presionó un ligero beso en el puente de tu nariz y hundió la cabeza en el costado de tu cuello. Su cabello olía como el champú que le habías comprado ya que siempre parecía olvidarse de tener algo en su apartamento para los días que estaba en casa. Ustedes dos se quedaron así, enredados en los brazos del otro, temerosos de soltarse, no queriendo que el momento llegara a su fin. Atesoraste momentos como estos con Timmy. Momentos en los que ambos podrían aislarse del mundo exterior y simplemente apreciar la compañía del otro.
— Estoy tan feliz — Dijo, levantando la cabeza de su posición en tu cuello.
— Me haces la chica más feliz del mundo.
— Es solo que… a veces me preocupa no poder ser todo lo que necesitas. Te mereces el mundo entero y ni siquiera puedo darte más de tres días seguidos — Sus ojos se posaron en sus pies mientras hablaba, temiendo que sus expresiones faciales le dijeran lo único que temía escuchar.
— Eres mi mundo entero — Hablaste, agarrándolo por la barbilla, obligándolo a hacer contacto visual contigo — Dame todo lo que puedas Timothée y eso siempre será suficiente. Siempre serás suficiente.
— Sabes que te amo — Dijo mientras la luz que se filtraba a través de las cortinas caía sobre su rostro.
— Si mi amor. Y también sé que te amo más. Así que vamos a cambiarnos de ropa, tenemos una isla que explorar — Exclamaste presionando un beso en sus labios.
