Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)

Capítulo 60

Llegó a oídos de Aro que los Cullen estaban reuniendo a varios vampiros para que los apoyen contra los Vulturi.

Ya habían sido advertidos y visto de primera mano, la mala imagen que el clan tenía de ellos, pero era indignante que quisieran poner a tantos vampiros en su contra en un caso que podría resolverse pacíficamente, si hubieran presentado a la niña directamente a los reyes, así ningún vampiro, los conozca o no, hubiera atentado contra la pequeña.

Los reyes discutieron durante angustiantes horas cómo responder ante aquella situación.

Irina había sido encarcelada por falso testimonio guiado por rencor e ignorancia. Aunque Aro resaltó el acierto de la lealtad de la Denali al percibir un supuesto crimen e ir directamente con sus reyes.

Jane y Fred usaron sus dones combinados en ella por 10 minutos, dejándola vulnerable hasta que se cumpliera su sentencia de cinco días tras las rejas. Oh, claro que aprenderá su lección.

- ¡Traición! ¡¿Cómo se atreven esos... fenómenos a faltarnos al respeto?!- gritó Caius exasperado, rompiendo la octava silla en el día.

Marcus se acercó a la puerta donde Demetri le pasó otra silla más.

Los reyes discutían en una de sus bibliotecas, la Guardia Élite esperaba afuera de la sala por instrucciones.

Annabeth había sido capaz de recuperar su control y la venda desapareció de sus ojos.

Cierto pequeño en su mente tuvo mucho que ver.

- Hermano, calma.- pidió Marcus suspirando por décima vez en la hora.

Caius seguía maldiciendo.

- ¡¿Tan poca confianza tienen en sus reyes?! ¡Es inaudito! ¡Ni siquiera tienen la decencia de llamar! Come osano avere tanta impudenza?- siguió Caius.

Marcus tronó sus dedos y un vampiro condenado a muerte por querer rebelarse contra los reyes, fue traído delante de Caius quien ni siquiera preguntó y destrozó la silla en el vampiro para después destrozarlo con sus manos.

>> ¡Altro!- gritó de nuevo.

- Creo saber la solución.- dijo Aro.

- ¡Morte! - Caius se detuvo frente a Aro.

Aro sonrió en grande y Caius se emocionó.

- ¡No!.- dijo Aro aún sonriendo.- Creo que es hora de que todos sepan sobre los híbridos, usaremos este...encuentro como la excusa perfecta para reunirlos a todos.

- O eso...- dijo Caius sentándose en la silla que acababan de traerle.

- ¿Crees que sea seguro?- preguntó Marcus.

- Debemos restringir su creación y acentuar el riesgo de ello.- asintió Aro. Tal vez...

- Solo a compañeros.- terminó Marcus.

- Eso llevará a planes futuros.- comento Aro.- por ahora, ¿Estamos de acuerdo?

- Si...- Caius suspiró saliendo de la adrenalina del momento, no que no pudiera volver al instante.

Marcus solo asintió.

>> ¡Guardia! - llamó Caius y los seis entraron de inmediato arrodillados uno al lado del otro frente a los reyes.

- Tenemos trabajo que hacer..- dijo Aro.

>> Y los quiero a todos.

---

Residencia Cullen

Demeanne descubrió algo. Algo muy grande.

En la mañana cuando despertó, su madre llegó a su habitación diciéndole que se arreglara para conocer a los que recién llegaban, que tenía que estar presentable y sonreír, además de decir lo mucho que amaba a sus padres, sobre todo a su madre.