Capítulo 16

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- ¿Es enserio, Isabella?

- Sé que es algo tonto y arriesgado, pero podría distraerme con esto, ¿Sabes? Salir más y eso...

Después de haber regañado a Isabella por los últimos 40 minutos por su osadía con los motociclistas y porque, supuestamente, vio a Edward, me dijo que había comprado motocicletas para arreglarlas, casi desde cero.

- Ni siquiera sabes montar una. - Digo con mis dedos en el puente de la nariz.

- Puedo aprender, creo que Jacob sabe, él podría enseñarme, si es que acepta. - dice, murmurando lo último, aunque la escuché perfectamente.

- De acuerdo, pero yo no puedo ir a la Reserva. - Me siento en la cama. - No creo que me dejen entrar...

>> Tal vez si hablo con Sam Uley pueda...- Murmuro lo último y empiezo a balbucear un plan para intentar pasar el límite.

- No tienes que ir allí conmigo, estaré bien, puedes aprovechar para... hacer lo que sea que haces mientras estoy en la escuela o dormida.

- De acuerdo, señorita, a dormir. - Palmeo el lugar a mi lado.

- Sería más fácil si me llamaras Bella. - Se acomoda y la tapo con las cobijas mientras tarareo una canción de cuna.

- Tu puedes Isabella, un día más. - Le digo lo mismo que le he dicho cada noche desde que me quedo aquí.

- ¿Crees que pueda superarlo? - Dice con la voz algo ronca y sorbe su nariz.

- Sé que sí. – palmeo su costado para arrullarla.

- Eres cálida.

- Y tú terca.

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Al día siguiente sigo su camioneta hasta el límite de la Reserva y pido al cielo que Isabella esté a salvo.

De regreso a casa soy asaltada por una cabellera roja.

Cae en mi espalda, pero de un movimiento me la quito de encima, la lanzo hacia el árbol más cercano, que se rompe, y la tomo del cuello. Ella coloca sus pies en mi vientre y se impulsa logrando alejarme, caigo rodando en el suelo hasta quedar sobre mis pies y me incorporo.

- Me siento halagada, la gran Crystal Cullen ha entrenado para vencerme. - Dice y empieza a caminar hacia el lado queriendo flanquearme.

- Siento arruinar tus fantasías querida, pero no todo el mundo gira a tu alrededor, aunque últimamente has sido un dolor de cabeza. - Respondo y camino a la vez que ella alrededor, antes de atacar.

Nos colocamos en posición, ambas estilo tigre y a punto de llegar a la otra un ruido detrás y el aroma de alguien conocido me alerta, termino abrazando a la fuerza a Victoria quien se tensa confundida.

- Este no es mi concepto de lucha, Crystal. - Dice, pero acepta el abrazo.

>> Bien, mátame de amor. - Se burla.

- Silencio, alguien viene y es humana. - Susurro y le aprieto.

- Yo me encargo. - Intenta soltarse, pero afirmo mi agarre. - La conoces...- Deduce.

>> De acuerdo, 3 minutos para que se vaya.- Inspira y el olor a perro mojado, característico de los lobos, llega a sus fosas nasales.- Que sean 2.

- ¿Annabeth?

- Leah, hola, ¿Cómo has estado? - Pregunto una vez suelto a Victoria tomando su muñeca, disimuladamente, para que no huya.

- Bien, en lo que cabe, ¿Y tú? - Dice, pero analiza a Victoria con la mirada.

- Bien, en lo que cabe. - Nos reímos, pero Leah sigue interrogante. - Ella es Victoria es una... ¿Amiga?

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora