Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)

Capítulo 31

- Ahora qué tengo su atención. - Inicia Carlisle. - Me gustaría presentarles a mi primer hijo en esta vida, Demetri Vulturi.

- ¿A qué te refieres con hijo, Carlisle? - Preguntó Esme.

- ¡Carlisle, no puedes hablar enserio! - Escupe Edward.

- Concuerdo con Edward. - Apoya Rosalie. - Tiene Vulturi por apellido, no es uno de nosotros.

Carlisle y Annabeth gruñen, ella más fuerte que su padre.

- Rose...- Toma Emmett a su esposa atrayéndola a él.

- Mira sus ojos. - Nota Edward. - De los dos. - Todos miran a la pareja, sorprendidos por el cambio en los de ella. - No tienen lugar aquí. - Establece Edward.

Demetri y Annabeth no toman en cuenta sus palabras. Es una escoba parlante.

Carlisle no piensa lo mismo.

- Edward. - Advierte Jasper, ya controlado, al notar el cambio en las emociones de Carlisle.

Carlisle cierra sus ojos y estira su cuello tratando de controlarse, pero es inevitable.

Demetri nota el cambio en la postura de su padre por lo que toma a Annabeth por la cintura y pasa su brazo libre por detrás de su padre hasta alcanzar a Esme, tomándola gentilmente del brazo. Toma a ambas mujeres y las aparta hacia atrás.

- Esa mujer. - Señala a Annabeth. - Ni si quiera es hija de Carlisle, nunca ha sido una Cullen...- Confiesa Edward.

Jadeos de sorpresa rodean el ambiente y se intensifican cuando Carlisle, "El hombre más pacífico del mundo", salta sobre Edward (evitando golpear a Isabella en el proceso).

Al tomarlo desprevenido, el joven vampiro no hace más que abrir los ojos aterrado por la mirada asesina de su líder y los pensamientos del mismo.

- Has ido muy lejos...

Carlisle, al tener a Edward contra el piso, lo toma del cuello levantándolo y volviéndolo a estampar. Las grietas no tardan en hacerse notar. Edward usa sus piernas para alejar a Carlisle y lo logra, pero el patriarca gira sobre su espalda terminando sobre su rodilla y pie, que lo impulsan de nuevo hacia el joven.

Emmett intenta separarlos, pero Rosalie lo detiene, con una mirada temerosa de que, si su esposo llegase a intervenir, termine peor que el primer objetivo de Carlisle.

- ¡Carlisle! - Exclama Esme. - ¡No!

Carlisle toma a Edward del cuello, de nuevo, y lo estampa contra la pared, su mano libre se coloca en el pecho de el joven presionando fuertemente.

- Jamás...- Susurra Carlisle en el oído de Edward. -...vuelvas a insultar Mi hija ¿Oíste, Anthony? - Su mano en el pecho se presiona aún más causando grietas y partes de piel romperse alrededor del área, esto, sorpresivamente, sofoca a Edward. - Ella es más Cullen que tú. - Sube los dedos de la mano sobre el cuello hacia los lados de la mandíbula dislocándola. - No eres nadie para hablar...

Carlisle sabe que, aún vampiro, el cuerpo inmortal recuerda sus reflejos humanos.

- ¡Carlisle, suéltalo! - Se acerca Esme, haciendo que Carlisle suelte al muchacho, cuando lo hace, este cae debilitado. - ¡No mi hijo! - Solloza arrodillándose para ayudarle.

- Esme, ven. - La voz de Carlisle se suaviza para ayudar a levantar a su esposa. - Estará bien.

- ¿Papá? - Llama Annabeth dando un paso al frente. - T-tú eres...mi... papá, ¿Cierto? - Pregunta con inseguridad.

- Si. - Responde de inmediato. - Yo soy tu padre y tú eres mi hija. - Establece.

- Tu madre era una prostituta. - Habla Edward sosteniendo su quijada. - Hasta que Carlisle la encontró.