Capítulo 1

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Narra Annabeth

A través de los años, padre y yo hemos viajado por el mundo, ya sea conociendo a distintos clanes que en él habitan o ayudando a personas moribundas por las guerras.

Al principio, que padre aún quisiera ser médico me sorprendió y lo creí imposible en esta nueva vida, pero al pasar el tiempo solo pude apoyarle e incluso ayudarle en su labor.

Los reyes nos permitieron vernos a Demetri y a mi cada cierto tiempo.

Demetri consiguió nuevos talentos y reprimió algunos rebeldes, pero Marcus vio la tristeza y sufrimiento en su mirada, por tanto, convenció a sus hermanos de poder vernos, aunque sea un poco cada tanto.

Demetri mejoró en sus tareas, cada cierto tiempo viene a verme o yo a él, sin embargo, mis nuevos hermanos no lo conocen, o por lo menos no como mi compañero, lo hemos mantenido oculto por mala imagen que tienen de los Vulturi. Es lo que hay, además, gracias a ello tenemos privacidad.

Mi primer hermano adoptivo fue Edward Anthony Masen, su madre me rogó salvarle, pero no creí poder hacerlo, a diferencia de mi padre, yo si había probado sangre humana, pero esa es una historia que no quiero recordar y que papá lamenta mucho, en fin, él transformó a Edward; tiempo después a Esme, su compañera, ella había perdido la esperanza de vivir tras un terrible suceso

Después vino Rosalie quien, pese a su negativa, logré entrar en su corazón. Entre Esme y yo pudimos brindarle de nuevo la seguridad y salir con la cabeza en alto, creo que los esfuerzos rindieron fruto cuando llegó su compañero, no en las mejores condiciones, pero, ahora, son felices y eso es lo único que importa.

Alice y Jasper nos tomaron por sorpresa, pero lograron congeniar bastante bien entre nosotros, no tardaron en ser parte de nuestro día a día.

Volvimos a Forks hace dos años, este pueblo es uno de mis favoritos, aunque la gente es muy chismosa, pero da igual cuando has vivido con un Edward desde hace décadas.

En fin, hoy es un día que he esperado desde el mes pasado, hoy veré a mi querido compañero por seis días seguidos, casi no nos dejan hacer este movimiento, pero cada oportunidad, lo vale.

Ahora mismo voy camino al aeropuerto con papá; desde que Edward llegó me ha dejado llamarlo por su nombre, en algunas ciudades no se tragaban el cuento de que él era nuestro padre por lo que resultábamos ser hermanos para los demás, aunque sólo lo hago en ocasiones específicas.

A papá le encantaba llevarme, siempre que podía al aeropuerto, Marcus se estaba encargando de todo lo relacionado con nuestra relación por lo que Demetri llegaba por mí en el avión de la guardia, si no es que estaba ocupado o nos iríamos en primera clase, pero era mejor así.

Llegamos a la terminal.

Allí estaba, tan elegante como siempre, con esa mirada que siempre me ponía nerviosa, yo sé que a él le encanta mirarme así, si fuese humana, no perdería la oportunidad de hacerme sonrojar en cada momento.

Corro hacia él saltando en sus brazos. Me aferro a él y aspiro su aroma, como él el mío, como si hubiese pasado una eternidad.

- Te extrañé tanto. - dice Demetri en cuanto salimos de nuestro trance.

- Yo-. - Papá me interrumpe.

- Yo también te extrañé, hijo- Sólo ríe y gruño cuando Demetri se separa del abrazo.

- Padre, ¿Cómo no podría extrañarte? te ves igual de bien, pareciera que no envejeces- Bromea Demetri abrazándolo quien sonríe para aceptar el abrazo.

- Oh, Demetri, si no te conociera, diría que solo me quieres por mi hija- se burla papá.

- ¿Cómo puedes pensar eso, padre mío? tenemos una revancha en la espera, o, ¿con la edad te da más miedo? - Dice mientras se coloca detrás de mí, pequeño miedoso.

- Hijo mío, si hablamos de edad... tu y yo...- dice Carlisle volteando hacia otro lado con su mano en su mentón.

>> Digamos que deberías agradecer que deje que Beth salga contigo.

- Lo siento, pero ya no se aceptan devoluciones. – intervengo abrazando el torso de Demetri.

- Siempre dices que tienes entre 7 y 8, pero he llegado a creer que son más. – Sigue papá.

- Papá, yo nunca podría engañarte. - Demetri sonríe mientras niega levemente.- ¡Oh! Cierto.- Busca algo entre los bolsillos internos de su saco y aprovecho para meter mis brazos dentro de este, como si tuviese frío, él sólo lo acomoda a mi alrededor una vez encontrado lo que busca, una pequeña caja, como de un anillo.- Esto es lo que me pediste la última vez.- Se la entrega a papá.- Espero que le guste a tu señora, fue difícil encontrarla, ya sabes, muchas imitaciones.- me abraza mientras habla, yo disfruto del abrazo lo más que puedo.

- Muchas gracias, hijo mío, estoy seguro que le gustará. - Lo guarda en el bolsillo interior de su saco. - Hablando de, ya debo irme, se me hace tarde para mi turno. - suelto a Demetri para un último abrazo de él y papá.

- ¡Confía en mí! - Gritamos Demetri y yo.

- Siempre. - responde y se retira mientras subimos al avión.

El viaje es tranquilo, voy sentada en el regazo de Demetri, mi cabeza oculta en su cuello mientras acaricio su mejilla y, de paso, su rostro. Él acaricia mi cintura y espalda, y con su mano libre mi rostro.

Es en estos momentos donde agradezco que sea él.

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora