Capítulo 15

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- ¿Hola?

- Annabeth Cullen, has sido paciente.

- Rey Caius.

- Espero que esa humana siga siendo vigilada, recibimos la noticia de que habían dejado el pueblo.

- No faltare a mi palabra, sigo aquí.

- Ya veo...

Caius llamó al mes siguiente en qué los Cullen se fueron.

En el mes de noviembre, el rey había estado enviando a Félix para que pelease conmigo, sin dar explicaciones, sin palabras, solo golpes que lograban formar grietas en mi cuerpo, poco a poco había menos, pero Félix es fuerte.

Victoria no ha vuelto a aparecer, aunque me alegra que no lo haga, es como una araña en casa, es mejor verla a perderla de vista.

La casa Swan ha estado ocupada, Isabella no puede dormir por las pesadillas/recuerdos y Charlie cada vez se encuentra más demacrado que su hija.

Falta poco para Navidad, pero este año no será tan feliz.

Decidí velar las noches de Isabella. Coloqué un escudo antruido sobre Charlie y me dispuse a esperar que ella despertara y así lo hizo, sus gritos son más desgarradores dentro del cuarto.

- Isabella, despierta. - Sacudo sus hombros. - Está bien, estás bien. - Abre los ojos y me mira.

- Annabeth, estás aquí ¡Volvieron! Edward volvió por mí, llévame con él, lo necesito.

Se empieza a querer levantar. - Me necesita, debemos estar jun- Interrumpo su burbuja de fantasía.

- No Isabella, no volvieron. - Sujeto sus hombros con más fuerza y la obligó a volver a sentarse. - Solo estoy yo.

El suelto y me levanto y dirijo a la ventana, me pareció ver algo en el bosque.

>> Prometí protegerte y cumpliré mi palabra. - Le doy una última mirada y salgo por la ventana escuchando los gritos de Isabella rogando porque me quede, pero si eso del bosque es un Quileute, debo hablar con él, más si es Sam Uley.

Volteo una vez más al cuarto de Isabella y la veo hablar con Charlie, quien la convence de volver a la cama.

Perdí el rastro de aquella figura, prefiero encontrarme con ellos por casualidad que, por estar buscándolos, será más seguro y así confirmaré que es buena idea hablar con ellos.

Iniciando el año llegué a un trato con Isabella, me quedaría en las noches junto a ella siempre y cuando comenzara a superar a Edward.

Era algo incómodo que sus brazos se aferraran fuertemente a mí, poco a poco me fui acostumbrando.

Logré que saliera de su habitación para comer, darse un baño y tal vez ver la televisión con Charlie, pero su estilo robótico la hacía ver más enferma y su padre empezaba a darse por vencido.

Poco antes de que Isabella llegará al pueblo, Charlie no paraba de hablar sobre lo emocionado que estaba por tener a su hija con él, su amor por ella era admirable.

Jasper lo describió como genuino e intencional por hacerlo crecer de ambas partes.

Ahora, Charlie está resignándose a perder a su hija con tal de que ella esté bien, sigue debatiendo a sí mismo el enviarla de vuelta con su madre.

Estando en el bosque, cojeaba debido a algunos golpes que había recibido recién de Félix, decidí recargarme en un árbol y me deslicé hasta quedar sentada.

Siento dolor, no solo físico, han pasado meses sin recibir noticias de Demetri, la lejanía de mi compañero está empezando a molestarme, es casi insoportable.

¿Cómo estará él? Sinceramente, no sé qué pasará con el trato de los 300 años, no sé si sigue en pie...

- ¿Te encuentras bien? - La voz de una chica interrumpe mis pensamientos. - Si necesitas ayuda...pues...creo que podría llevarte al hospital...- Tiene sus ojos algo hinchados, estuvo llorando

- No, no, tranquila, solo quería descansar y tener un momento de paz. - La miro y es una chica de la tribu. - ¿Vienes de la Reserva?

- Lo siento, no quise interrumpirte...yo. - Me analiza con la mirada. - Una Cullen, pensé que se habían ido.

- Aquí me ves. - Sonreí de lado. - Pero, estás lejos de casa, ¿No crees?

- Solo quería descansar y tener un momento de paz. - ambas reímos.

Palmeo el césped a mi lado invitándola a sentarse, duda un poco pero acepta.

Nos quedamos en silencio por unos minutos, cada quien en su mundo parece ser.

- Annabeth. - Rompo el cómodo silencio.

- Leah. - Responde después de unos minutos.

- Mi novio perdió su confianza en mí, cree que le di la espalda. - Confieso después de unos segundos.

- Mi ex-prometido me cambió por mi prima. - Ríe amargamente. - Mis padres se pusieron de su lado.

Confiesa y volvemos al silencio cómodo para poco después comenzar a reír sin parar, ambos pares de ojos se llenan de lágrimas, pero las de ella salen como agua y yo solo suelto sollozos.

Intercambiamos números, nos convertimos en la compañera de desahogo de la otra.

Tendré prohibido entrar a sus tierras, pero nadie dijo nada sobre hablar con sus habitantes.

Volví a la residencia Swan justo cuando Charlie confronta a su hija para que vuelva con su madre, pero Isabella le promete salir más y empezar a cambiar.

La sigo hasta Port Ángeles junto a Jessica Stanley, me mantengo entre árboles mientras ellas entran al cine, pero un gruñido detrás me alerta y me hace subir a una rama justo cuando el lobo se lanza sobre mí.

- Soy Annabeth Cullen, no quiero problemas. - Muerdo mi labio para no llamarlo 'perro'.

Aúlla y, poco después, aún con este vigilándome, llega el lobo de Sam Uley.

- Sam Uley. - Saludo y este asiente mostrando sus dientes a modo de amenaza. - Solo estoy aquí por Isabella Swan, ¿De acuerdo? No seré un peligro para ninguno de ustedes o ningún humano, pueden irse tranquilos.

Me acomodo en la rama dispuesta a bajar, pero el lobo gris gruñe más fuerte y listo para atacar. Cuando mis pies tocan el piso, levanto mis manos a modo de rendición (no puedo creer que tenga que hacer esto), el lobo gris quiere acercarse, pero Sam Uley gruñe advirtiéndole y este se retira mientras que el Alfa se dirige detrás de unos árboles para salir en su forma humana.

- ¿Por qué tanta insistencia con Swan? - Pregunta con voz autoritaria.

Recuerda Annabeth, no quieres problemas.

- Está demasiado involucrada con mi mundo, necesito asegurarme de que no se meta en problemas. - Respondo sin más detalles.

Sam Uley solo asiente y se recarga en el árbol contrario al mío. Ambos miramos hacia las chicas quienes acaban de salir de la película, parece que Jessica está dando su opinión, pero Isabella parece ida hasta que llegan a la vista de unos motociclistas.

- ¿Qué está haciendo? - Pregunta Sam para sí mismo al ver que Isabella se dirige hacia los chicos para nada confiables.

Me sorprendo cuando se sube con uno de ellos y unos momentos después está de vuelta. " Vi algo..." murmuraba.

Miro a Sam y ambos asentimos a modo de despedida. Él se va y yo sigo a Isabella nuevamente.

Isabella, necesitas ayuda, y yo, sentido del gusto y un buen trago.

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora