Capítulo 7

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- Annabeth Cullen, qué sorpresa verte por aquí, no me dijeron que había donaciones en estos días, no he preparado nada.

- No se preocupe Sheriff, ese no es mi propósito este día. - Le sonrío sinceramente.

Charlie Swan, el Sheriff del pueblo, un hombre muy amable y justo.

>> De hecho, vengo a ver a Isabella.

- ¿Bella? No sabía que eran amigas. - Dice el Sheriff extrañado. - Por supuesto, sale con tu hermano.

- Así es, pudimos conocernos por su relación. - sonrío.

>> Si Isabella está en casa, ¿Podría verla?

- Claro que sí, sólo dime Charlie, es más cómodo así. - Abre la puerta para que pueda entrar.

- De acuerdo, Charlie. – miró hacia la sala de estar. - Veo que te gusta el baseball. - Este asiente nervioso.

>> El juego de anoche fue un desperdicio de saliva, no creí que las cosas se voltearan tan rápido.

- Eso mismo pensé yo, no creí que te gustaría este deporte. - Comenta Charlie un poco sonrojado.

- Bueno, a Emmett le gusta y me encanta ver sus reacciones cuando algo sucede. - Sonrío al recordar como anoche casi rompe el televisor por octava vez, cómo me arrepiento de habérselo presentado.

>> Al final termino por ver el juego con él. - ... vigilando que no estrellara un lápiz contra el aparato.

- Parece entusiasta. - Sonríe divertido.

- Papá, ¿Quién era? - Se escucha Isabella bajando las escaleras. - ¿Annabeth? ¿Vino Edward contigo? - sonrío para aclararle.

- Isabella. - Saludo. - No, no vino conmigo, de hecho quiero hablar contigo sobre algo importante para mí, ¿Te molesta?.- Intento sonar lo más cortés posible.- Entiendo si no puedes, vine sin avisar.

- N-no, no, ven, sube...- Me guía a su habitación.

- Un gusto hablar contigo, Charlie. - Me despido para ir tras Isabella, Charlie asiente aún extrañado, tal vez por la actitud de su hija al ignorar que la llamara por su nombre completo, ya se habrá resignado.

Entramos a su habitación y cierra la puerta.

Observo por un momento a mi alrededor hasta que Isabella indica que puedo sentarme en la silla de su escritorio y así lo hago mientras ella toma asiento en su cama.

- T-te ofrecería algo, pero...- Comenta nerviosa. - Sé que no hay algo que pueda darte...- Juega con sus dedos.

- No te preocupes por ello, gracias por recibirme, de verdad estoy algo apenada por venir así. - Digo de manera amigable.

>> No tienes porqué tener miedo, solo quiero charlar contigo, creo que no iniciamos de la mejor manera y viendo las circunstancias...- Aclaro con voz cálida para que deje de temblar.

-Sí, claro...- Da una media sonrisa paseando su mirada de mi a sus manos.

- ¿Pasa algo? - Pregunto por su expresión.

- Tus ojos...están negros...- Murmura sabiendo que la escucho. - ¿T-te has alimentado? - Pregunta nerviosa esperando por mi respuesta.

Llevo días sin hacerlo correctamente, con el vacío de mi Demetri no puedo, sé que él no estaría contento con esto, pero mi cuerpo no responde a más, sólo tomo lo suficiente para seguir adelante.

- No te preocupes por ello. - Sonrío recordando. - No te haré nada, lo prometo. - Me levanto y me acerco a ella para sentarme a su lado. - Sé que Edward te aprecia y mucho.- Tomo sus manos.- También puedo ver que te gusta pero...- me interrumpe.

- Con mi vida, é-él es todo para mí. - Se apresura en sus palabras.

- Eso me preocupa. - Desvío mi mirada a sus manos.

- ¡N-no lo dejaré! No, ¡no lo haré! - Tengo que aclarar esto de una vez.

- No te pediré que lo hagas. - Le sonrío divertida al ver su cara de desconcierto. - Ustedes son más parecidos de lo que crees y eso es me preocupa. - Veo que empieza a temblar. - Por eso quiero que me ayudes. - Me mira confundida. - Mi familia es muy importante para mí, es lo principal. Tu vida familiar se refleja fuera del hogar, de acuerdo a cómo sea tu trato con las personas más cercanas a ti será el trato hacia los demás. El incidente con James sacó a la luz nuestro carácter, estás incluida en ello, Isabella.

- Y-yo... lo que pasó con Charlie...con papá fue...- Agacha la cabeza buscando las palabras correctas. - Era la única manera de alejarlo del peligro. - Levanta su mirada.

- No he venido a intentar cambiar el pasado, pero si el futuro. Isabella, es tiempo de que te des cuenta que tienes un padre maravilloso que te ama. Mira... eres una humana en una familia de vampiros, estarás en peligro de muchas maneras y en todo momento. Lo que quiero decir es que intentes mejorar e incluso restaurar tu relación con tu padre. - La miro directamente a los ojos.

- ¿Y eso qué tiene que ver con...- Le interrumpo

- Esto es por TU bien, Isabella. Es por ello que ustedes son muy parecidos, tienen a personas maravillosas a su alrededor y a veces no se dan cuenta, si algo llegara a pasar querrían lastimarse a ustedes mismos antes que a los demás, pero terminan lastimando a todos.

- ¿P-por qué me dices esto? - Pregunta reflexionando lo que acaba de escuchar.

- Porque Edward tiende a actuar de acuerdo a sus sentimientos y, mientras ambos maduran el uno con el otro, no quiero verte lastimada. Le gustas, pero ambos tienen que aprender a ver por sus propias acciones y consecuencias. - Aprieto sus manos un poco.- Madurar... y más por su... situación.

- Creí que me odiabas. - Pequeña...

- No lo hago, créeme, solo... tengo una situación con una persona muy importante para mí y tu presencia me descolocó bastante. - Sonrío levemente. - Además, como te decía, tú y Edward son tal para cual, necesitan mirar más a su alrededor.

- Gracias, y-yo me esforzaré. - Sonríe torpemente.

- Les deseo felicidad. - La abrazo y me corresponde tímidamente. - Siempre protegeré a mi familia, Isabella, y no seremos las mejores amigas, pero voy a protegerte. - La suelto y hago el ademán de levantarme, pero me detiene.

- ¡Espera! yo, em..., podrías... ¿Podría saber cómo te convertiste? - Mi mirada se oscurece al recordar. - S-si no quieres, lo... entiendo. - Aclara la garganta. - Sólo era curiosidad, espero saber algún día tu historia.

- Isabella, ¿no te han dicho que la curiosidad mató al gato? - Digo con una sonrisa burlona

- Pero murió sabiendo. - Bromea.

- Es verdad, de acuerdo, tú ganas, no morirás hoy. - Bromeo de vuelta y me acomodo en la cama. - No es algo agradable, creo que ninguna historia de mi especie lo es. - Suspiro.

>> Yo maté a mi madre.

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora