Capítulo 30

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Alice se sintió pequeña frente a las miradas interrogantes del clan, aun así, sujeta desesperadamente a la mano de su esposo, comenzó a narrar lo sucedido en Volterra.

Desde su llegada frente a los reyes, la aparición de Annabeth junto a ellos y cómo fueron testigos de su poder, la tortura a Edward, incluso la pequeña parte que le tocó experimentar.

Esto último generó un gruñido sonoro de Jasper.

Él no creía que Annabeth pudiera ser capaz de hacer aquello, pero por más que quisiera preguntarle directamente a Annabeth él porqué, su instinto le decía que en cuanto la viera, le sacaría las respuestas y no de una forma muy amable.

Ante esto Jasper entró en un debate interno, sus propias emociones le jugaban en contra, añadidas las de los demás en la sala, solo conseguía un dolor de cabeza.

Alice continuó su relato con la orden de Annabeth para que salieran de la Sala y la última audiencia con los reyes y la promesa de convertir a Isabella.

Cuando terminó, todos se mantuvieron en silencio, cada uno pensando en lo que les acababan de contar.

Tantas emociones obligaron a Jasper a salir de la casa, siendo seguido por Alice.

Annabeth y Demetri habían llegado hace horas a Forks. Se dedicaron a observar desde las sombras. Gracias al don de Demetri, este sabía cómo ocultarse de la mejor manera, no para él, según se jactaba, sino de los demás seres sobrenaturales.

Una vez se fueron Edward y Alice de la residencia Swan, la pareja entró por la ventana de manera delicada para evitar sobresaltar a la humana.

Suavemente, Annabeth tocó su mejilla con cuidado de no despertarla, se colocó al lado de su pareja quien seguía cada movimiento que está hacía y la miraba con adoración.

¡Ella es perfecta!

- Eres perfecta. - Murmuró Demetri sin pensar.

Annabeth lo miró juguetona.

- Años de práctica. - Le guiña un ojo. - ¿Cuánto más te vas a tardar? - Le preguntó burlona mientras lo abrazaba del torso.

Demetri, ofendido, se reusó a devolver el abrazo, pero cedió tras un puchero de su Beth.

- Cuando acabemos con esto, o con ella. - Murmuró lo último mientras miraba a Isabella. - Seré lo que quieras...- Le prometió. - Además de tu esposo. - Se apresuró ante la mirada juguetona de Beth.

- Le prometí protección. - Dice suspirando. - Y eso le daré. - Concluye mientras recarga su cabeza en el pecho de Demetri.

- Pues...- Empieza Demetri. - Estamos en el mismo barco así que...- Continúa mirando hacia abajo a su esposa y ella mira hacia arriba a él. - Eso le daremos.

La pareja salió de la habitación dirigiéndose al bosque, cerca del tratado.

A pesar de su final, Annabeth le mostraba a Demetri todo a su alrededor, contándole anécdotas por dónde pasaban, planes que había tenido, Demetri añadiendo alguna que otra idea.

Ambos comenzaron a fantasear en el camino, una especie de diario de aventuras. Decidieron crearlo cuando regresarán a Volterra. Vivir en papel y tinta.

Cerca de la línea del tratado, Annabeth se rió de la cara de Demetri al oler el territorio de los lobos del otro lado.

Finalmente decidieron ir hacia la residencia Cullen.

Unas horas después de adentrarse, cada uno, en sus pensamientos, Edward apareció en la sala con Isabella de la mano. Alice que había visto esto venir, regresó junto con Jasper.

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora