Capítulo 22

3.8K 308 4
                                    


- ¡No, no, no!

- Lo sentimos, el número que usted marcó...

- ¡Contesta de una vez, Isabella!


- Flashback - (la noche anterior)


Estábamos en la habitación de Isabella.

Una vez más, llenaba el teléfono de Jacob con mensajes de voz, textos y llamadas.

Ya habían pasado varios días desde que él había cortado todo contacto con ella.

- Isabella, ya basta, tendrá sus razones, necesitas descansar. - Digo tomando sus hombros empujándola hacia su cama.

- Si...tienes razón, ¿Para qué buscar a quienes te abandonan en el primer problema? - Dice angustiada.

- Basta, Isabella, no dependas de otros. Piensa por ti misma de una vez. - Digo cansada.

- Tienes razón, no depender de otros y pensar en mí misma. - Le miro confundida, ella se levanta poniéndose frente a mí.

>> Conviérteme.

- Disculpa, ¿Qué? ¿No escuchaste lo que acabo de decir? - Pongo distancia.

- Si, piénsalo, así no necesitaría que me cuides y me llevarás con Edward ya que no me podrá hacer daño y Jaspe-. - La detengo.

- Alto ahí, Isabella, ¿Quién te crees que eres para darme órdenes? - Doy un paso adelante y ella uno hacia atrás intimidada.

>> ¿Quién crees que soy como para hacerte los mandados? Si estoy aquí es por mi familia y su seguridad-. - Me interrumpe.

- Pero Edward dijo que una de las leyes era no mostrarse ante los humanos y yo sé su secreto, es convertirme o mori...- No termina su frase y me mira aún con más miedo. - N-No, n-no lo harías... y-ya lo hubieras hecho... ¿V-verdad? - Termina y palidece aún más. - T-tus ojos.

Y en ese momento el dolor que sentí aquel día del cine volvió y caigo de rodillas.

Isabella retrocede y tropieza cortando levemente su brazo contra el escritorio y el ardor en mi garganta se vuelve intenso.

Me acerco a ella lentamente e Isabella no se mueve por el terror.

Tomo el brazo herido y lo acerco a mi nariz y labios, miro su rostro que ha cambiado a uno emocionado, vuelvo mi vista a su brazo del cual solo ha salido una gota de sangre y la acción siguiente de Isabella me hace volver a mis sentidos: acerca su brazo más a mi boca.

Salgo de allí rápidamente y busco el primer animal para beber de él.


- Fin del flashback -


Volví en la mañana solo para no encontrarla, pensé que podría haber ido a buscarme así que volví a casa.

El aroma de un vampiro conocido mas no familiar estaba por todo el lugar.

Voy corriendo por el bosque buscando el aroma de quien reconocí como Laurent, pero ambos, el de Isabella y Laurent llegan a mí.

Me acerco a través de las ramas de los árboles creando escudos que impidan que se escuchen mis movimientos.

Los encuentro.

Laurent se acerca a Isabella lentamente mientras discuten razones, verdades y mentiras.

Es cuando noto que Laurent se acerca al cuello de Isabella que salto cayendo sobre él, hago una maniobra de modo que lo lanzo lejos y quedo frente a Isabella.

- ¿Tú eras quien seguía aquí? - Pregunta Laurent una vez se recupera y levanta.

- ¡Aléjate! Vuelve por dónde has venido. - Gruño.

- Podemos compartir, ¿No estás sedienta? - Dice suavemente y mi garganta comienza a arder, ¿Por qué?

- No. - Río sin gracia.

- Eso no lo dicen tus ojos. – intenta persuadirme.

- Ella. Es. Mía. - Le gruño.

Siento la mano de Isabella tomar mi brazo y siento como tiembla.

- Tú eres la Cullen amiga de Victoria. – Intenta rodearnos, pero lo sigo, manteniendo a Isabella detrás de mí.

>> Ella estaba tan preocupada por ti...pero ya veo por qué me envió. - Da una pausa mientras ríe y su mirada viaja del suelo a Isabella y de ella a mí. - Tu compañero está muy lejos de aquí.

- ¿Victoria? - Murmura Isabella y aprieta su agarre.

- Laurent, no sigas por ese camino. - Le interrumpo. - No te gustará el final.

- Y ha estado lejos desde hace mucho tiempo. - Pero continúa.

- Si. - Confieso. - y es por él que sigues vivo porque de otra manera. - Me suelto de Isabella, pero extiendo mi brazo de manera protectora. - ...esta conversación hubiese acabado hace mucho tiempo.

- Por él dices...- Trata de averiguar de quién se trata.

Aquel desesperante dolor regresa, como siempre, en el momento menos indicado y caigo de rodillas.

Laurent aprovecha para tomarme del cuello y estamparme contra el suelo boca arriba, es allí cuando mi collar con mi anillo de matrimonio se hace notar y llama la atención de Laurent quien inmediatamente me suelta y su rostro cambia a uno preocupado.

El dolor no me deja levantarme.

Mira hacia Isabella, pero ya no con una mirada sedienta, sino impotente.

- ¿Cuánto tiempo ha estado así? - Le demanda a Isabella.

- ¿Q-qué...

- ¡Responde!

- N-no l-lo...

- Imposible...no... - Dice Laurent asustado, su atención se dirige hacia los lobos que se acercan con intenciones asesinas. Retrocede lentamente hacia mí, debatiendo en su interior si llevarme con él o confiar en qué los lobos no me harán daño. - ¡Tienen que llevarla con él! - Les grita, pero estos gruñen aún más fuerte lo que ocasiona que huya.

Desafortunadamente, no llegó muy lejos.

Isabella vuelve a sus sentidos después de que el nuevo lobo -Jacob- le da la espalda, sin no antes mirarla fijamente, y ella corre en dirección a su casa.

Una vez el dolor ha cesado lo suficiente como para levantarme, los lobos regresan y Embry y Paul se ponen a ambos lados bajando sus cabezas para que las use de apoyo y así hago. Después Sam hace una seña con su cabeza a Jared y Paul y estos se van.

Jacob me mira y gruñe amenazante, pero Sam le gruñe de vuelta lo que hace que el lobo rojizo baje la cabeza y se vaya.

Sam me mira fijamente y asiento con la cabeza dándole a entender que estoy bien, este asiente también.

Cuando se iba a dar vuelta para irse y yo doy un paso para irme, escucho como si algo se estuviera rompiendo, bajo mi mirada hacia mi pecho y grietas se comienzan a formar, levanto la mirada y sólo veo a Sam correr tras unos árboles volviendo en su forma humana con una mirada alarmada.

Cuando estoy a punto de caer de nuevo Sam me atrapa y con la mirada se pregunta qué hacer.

- Déjame... él vendrá... - Murmuro casi inaudible.

Mis sentidos se nublan casi por completo, pero siento como Sam corre por unos minutos hasta llegar a un lugar cálido donde me recuesta en lo que creo es un sillón.

Escucho muchas voces, muchos sonidos, pero no entiendo lo que dicen, todas parecen alteradas, preocupadas, enojadas, impotentes.

Se preguntan qué pasó y qué hacer.

Pero yo sé lo que pasó.

Fue mucho tiempo...

Confía en mí [Demetri Vulturi] (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora