Capítulo 24: Desayuno

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El inicio de semana fue por demás el peor de todos. Nanami sabía que aquella cadena de comida rápida era una compra un tanto difícil pero que podría manejarla, jamás pensó que cuando firmó el trato unas horas después se desmayaría y todo se iría al carajo por un mes. Un mes había sido suficiente para poner en peligro la reputación de todo Golden Mountain. Tampoco había puesto atención al peligro que representaba "Happy place".

Todo el martes y miércoles se la pasó revisando información sobre la empresa: "arreglaba el problema". Satoru le ahorraba la mayor parte de la búsqueda, cuando veía ya le traía documentos que según él podrían ayudarle... sí le ayudarían pero seguía renuente a tenerlo como su asistente. Ya no dudaba del todo si era capaz de seguirle, ahora sabía que era totalmente competente y ese se volvía el problema. Sin duda era un buen reemplazo. Eso y la constante molestia de los periodistas, que ahora incluso estaban afuera del edificio donde vivía y le habían impedido totalmente salir a caminar, hacían que le costara levantarse.

☕🥐

Jueves. 9:45 am

Nanami necesitaba un poco de descanso y qué mejor que ir a desayunar a uno de sus restaurantes favoritos. Ya se había cansado de pedir comida a la cafetería. Toda la semana Satoru le preguntaba si debía o no hacer una reservación al restaurante, todas las veces se negó pero justo ahora... necesitaba un respiro. No llamó para preguntar si tenían espacio. Solo se puso de pie, abotonó su saco y salió de la oficina.

Satoru de inmediato levantó su rostro.

—¿Quiere que le pida algo a la cafetería? —le preguntó. Nanami solo negó—. Ya es algo tarde... Le pediré algo...

—No es necesario. Comeré fuera...

Nanami lo miró, el sujeto estaba redactando algunos documentos en la computadora. De repente escuchó una especie de gruñido. Eso borró toda expresión de seriedad de su rostro, no sabía cómo Satoru había producido ese sonido. Después de unos segundos viéndose volvió a escuchar el ruido entonces supo que venía del estómago de Satoru quien se empezó a reír.

—Lo siento... estaba tan concentrado en el trabajo que olvidé la hora. Voy a pedirme algo. Provecho señor Nanami.

Nanami sólo desvío la mirada, no le sonrió, comenzó a avanzar a la entrada pero paró a la mitad y volvió a darse la vuelta para ver a Satoru quien levantó la mirada y se puso un poco incómodo ante el silencio. Su jefe sólo estaba allí mirándolo sin decir nada... con ese rostro lleno de seriedad que le impedía saber qué era lo que pensaba. Satoru se sentía un poco intimidado, sus orejas se ruborizaron.

Nanami desvió la mirada y sólo así pudo hablarle.

—Venga.

"¿Venga?" Satoru frunció el entrecejo. ¿Le estaba llamando como si se tratara de un perro? Nanami le abrió la puerta y le indicaba que pasara por lo que Satoru no tuvo tiempo de quejarse tomó su celular y cuaderno y corrió hasta la entrada.

—Oh, gracias señor Nanami. Nunca nadie había sido tan caballeroso —había recuperado su sonrisa pero el actuar de su jefe le provocaba extrañeza. Esta era la primera vez que su jefe hacía interacción de verdad.

Lo siguió por los pasillos hasta el elevador y luego al estacionamiento. No pudo evitar asombrarse al ver el auto.

—¡Asombroso! Usted sí que tiene estilo. ¿No le gustan deportivos? ¡Yo siempre he soñado con tener un deportivo!

Pero Nanami no hablaba. Solo pulsó el botón para liberar los seguros. Subió al carro. Satoru tardó un poco más, eso era toda una experiencia. Sonrió como un niño ante la suavidad al abrir la puerta, y como un niño, intentó no azotarla. Miró el interior y cómo esperaba... era impecable.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora