Moondust - Jujutsu Kaisen

Capítulo 51: Caos mediático

✨🍦Advertencia de contenido sobre: violencia se le recomienda al lector discreción🍦✨

Al llegar a la oficina cada uno retomó sus labores. Esta vez las puertas de la oficina se mantuvieron abiertas. Satoru trabajaba en su escritorio sacando las impresiones correspondientes de los documentos que había hecho... el papeleo era algo agotador. Tenía que adjuntar copias para evidencia también y a cada paquete de documentos había aprendido a ponerles trozos de hojas recicladas y luego el clip. Para no confundirse anotaba en post it el destinatario de cada una. También hizo la llamada pertinente a la vicepresidenta de Two Arrows para informarle que Nanami si asistiría a la reunión de su empresa. Lo cual sorprendió a la mujer pues con todo lo que estaba pasando era normal que Nanami tuviera que ausentarse, no pidió explicación solo agradeció que se le informara y que si había algún cambio de última hora entendían.

Todo ese trabajo lo hacía Satoru mientras escuchaba la voz de su jefe desde dentro de su oficina. Nanami había estado haciendo múltiples llamadas para saber cómo estaba la situación. Antes que nada llamó a Nitta para preguntarle cómo estaba Sukuna. Nitta contestó: está... enojado.

Era normal lo habían tenido encerrado varias horas. Nitta había conseguido comida para él y agua pero solo podía verlo furioso detrás de las rejas casi sacaba espuma por la boca. Nanami le dijo que era normal y no tardaba en vencerlo el sueño. No habló con él. Luego le habló a Ijichi quien lo puso al tanto de todo y pronto lo cuestionó, con un poco de miedo, porque no contestaba las llamadas de él y de la señorita Tsukumo. Nanami no respondió a eso tampoco y siguió pidiendo informes. Al parecer ya estaban en Los Ángeles pero Yuki aun no veía a Sukuna. Por una tormenta el vuelo había tardado en llegar a su destino y si a eso le sumaban los periodistas que los acechaban era difícil llegar. Lo más seguro era que Nanami no dormiría. Nanami siguió hablando con otras personas, Satoru dedujo que se trataba de los otros ejecutivos a quienes les daba el mismo discurso rápido y directo: "Sukuna es inocente". "Estará de regreso pronto, no se preocupe". Era una promesa, o más bien, un juramento.

A las 6:40 pm recibió una llamada del teléfono de Ijichi.

—Diga.

—Señor Nanami ya estamos hablando con los oficiales. No le puedo adelantar mucho. La señorita Tsukumo está dentro de la oficina... alegando.

—Sí lo sé puedo escuchar sus gritos —creía incluso que Satoru podía escucharla gritar que lo que hacían con su cliente era un abuso de autoridad.

—Por ahora solo le puedo decir que las cosas no van tan bien. No he podido ver al jefe.

—Dale tiempo Ijichi. Es posible que en unas horas ella pueda sacar a Sukuna de allí... lo más importante, pon atención Ijichi, es no dejar que lo lleven a una prisión federal. Debemos conseguir mínimo arresto domiciliario. Tsukumo lo sabe.

—De acuerdo, señor. Lo voy a mantener informado. ¿Cómo va todo por allá?

—Lo normal. No te preocupes tú encárgate de eso.

Se despidieron y cortaron la llamada. Nanami se había quedado pensativo por un momento. Hasta que vio la cabeza de Satoru asomarse en la puerta. Le pidió que pasara.

—¿Cómo va todo? Por fin tiene un respiro... —le puso una taza con té caliente—. La manzanilla ayuda a calmar los nervios y el dolor de pancita por si tiene.

—Gracias... —tomó la taza de inmediato y dio un sorbo. Satoru se sentó enfrente del escritorio—. Todo está en marcha. La abogada ha llegado pero aún no hay muchos avances. Es muy pronto. Pero lo importante es que ya están haciendo algo. ¿Necesitaba algo? Son casi las siete.