Capítulo 119: Sorpresa

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Ahora se dirigían al carro con aquellos guardaespaldas aun mirándolos con intimidación. Yuuji sintió un poco de miedo así que se acercó a Nanami y tomó su mano para sentirse más seguro. Nanami bajó la mirada, vio la pequeña mano de Yuuji apretando uno de sus dedos y sintió que estaba asustado. Nobara y Megumi no parecía importarles ellos iban de la mano de Satoru un poco más adelante. Bueno Nanami sabía lo que era estar asustado, era horrible, y un niño tan pequeño como Yuuji no podía pasar por eso. Así que tomó su mano con delicadeza para darle seguridad. Yuuji levantó su mirada y le sonrió, funcionaba y Nanami no sabía lo feliz que hacía a Yuuji con ese simple gesto. Avanzaron.

Satoru abrió la puerta trasera para ayudar a subir a Nobara y Megumi. En ese momento Yuuji dirigió su mirada al sujeto que estaba arriba de una motocicleta. Haibara les había dado su espacio después de asegurarse de que todo estaba bien. Yuuji lo miraba fijamente lo que hizo que Haibara sintiera escalofríos. El niño simplemente levantó su mano y la agitó para saludar. Haibara contestó el saludo vaya que adorable.

Todos subieron al coche y se dirigieron al departamento. Por suerte aquel hombre que estaba adentro de la guardería no había salido y no se había encontrado con Nanami. Haibara no se había ido después de la guardería, por protección de Nanami había decidido seguirlo hasta el departamento de Satoru, pero se quedó al margen incluso cuando llegó el carro con el pedido.

Dentro del departamento Nanami le pidió a Satoru y a los niños de favor entraran a la primera habitación pues... quería que el regalo se mantuviera como secreto hasta el último momento.

—Es un juego —dijo Nanami para llamar la atención de los niños y lo conseguía... ahora esperaban a que les dijera cómo era el juego—. Es nuevo... se llama "enciérrate en el cuarto hasta que te digan que salgas".

Satoru se rio, ese intento de juego era muy estúpido, le agregó:

—Tenemos que adivinar sin ver qué es lo que ha traído el señor Nanami. ¿De acuerdo?

Eso ya parecía interesante. Satoru se metió a la primera habitación con los niños. Nanami repitió nuevamente que no fueran a asomarse y eso parecía amenaza para Satoru. Cerró la puerta.

Se hizo el silencio por lo que Satoru les dijo que jugaran con algunos de sus juguetes si había algún movimiento él lo diría. Pasaron los minutos y se escucharon pasos y luego la voz de Nanami dando indicaciones: al final del pasillo en esa habitación.

Por más que escucharan no podían identificar de qué se trataba. Tal vez era algo grande a juzgar porque estaba usando cargadores. Escucharon las pisadas ir y venir unas tres veces y luego nada. Por más que lo intentaran no tenían idea de lo que era. Vieron la sombra por debajo de la puerta, Nanami por fin abrió. Se había quitado el saco y la corbata y había subido sus mangas para que no estorbaran.

—Listo, pueden salir. Les traje unos regalos.

Los niños de inmediato se pusieron de pie y comenzaron a preguntar qué era y dónde estaba.

Nanami los condujo hasta la habitación del final del pasillo. Satoru iba detrás de ellos. Al abrir la puerta Satoru no pudo ver de inmediato lo que era lo único que podía ver era la expresión de sus hijos. Estaban emocionados pero... no tenían ni idea de lo que era. Entró por fin a la habitación y en ese momento Nanami le contestó a los niños.

—Son cunas... o más bien camas. Para que duerman en ellas.

Satoru se quedó sin habla al ver las tres cunas grandes de madera. Eran... técnicamente camas pero con rejas de madera para que los niños no se cayeran. Aún tenían el plástico pero ya podía ver los detalles. Además del colchón tenían dos almohadas pequeñas cada una y en la parte de enfrente una cómoda. Nanami le había explicado todo eso pero Satoru seguía en shock. Nanami abrió cada reja y ayudó a subir a los tres niños a sus respectivas camas.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora