Capítulo 145: Salón amatista

409 58 35
                                    

Al abrirse las puertas del elevador en el piso 10 Satoru respingó al ver a Haibara acompañado de otros dos guardaespaldas. Nanami parecía estar al tanto y no le importaba. Haibara sacudió su mano para saludar. Satoru contestó el saludo y corrió al lado de Nanami pues lo había llamado. Ahora caminaban por el pasillo hasta el segundo elevador.

—Señor Gojo lo mejor es que permanezca cerca. Tendremos que bajar con guardaespaldas, para prevenir. Se supone que sólo han dejado pasar miembros de la prensa muy importantes y se les especificó que debían hablar sólo sobre el maquillaje, pero es mejor prevenir.

Satoru asintió. Miró de reojo a Haibara ahora sí parecía que estaba en su papel usando un traje negro común de guardaespaldas, con un auricular en su oreja y lentes negros. De vez en cuando Satoru alcanzaba a escuchar murmullos desde el auricular. Haibara solia sólo dedicarse a cuidar de Nanami o Sukuna, uno de sus subordinados se encargaba de la seguridad de todo el edificio, pero cuando había eventos grandes donde estaría Nanami se encargaba directamente de todo y por ese auricular podía escuchar el reporte de cada uno de los miembros de seguridad de toda la torre y, en el caso de peligro, podía planear una ruta de escape.

Las puertas del elevador se abrieron en el piso tres. Dos de los guardaespaldas salieron primero y enseguida salió Nanami y Satoru y a sus espaldas Haibara y el último guardaespaldas.

—Hoy usted conocerá el Salón Amatista, señor Gojo. Como le dije alguna vez, allí se llevan a cabo eventos para prensa, es como tal un auditorio. Nosotros entraremos por la parte de atrás, en bastidores. En la puerta principal están los periodistas así que sería un caos ingresar por allí.

Los guardaespaldas abrieron una puerta que les daba la bienvenida a un largo y ancho pasillo de paredes de madera rojiza y alfombra roja impecable. Al final de dicho pasillo estaba la entrada a bastidores y a los lados lo que parecían ser entradas que llevaban a camerinos.

—Señor Nanami —habló Haibara, mantenía el protocolo, cuando estaba en el trabajo era mejor hablarle a Nanami con ese respeto— si quiere lo llevo a la sala privada.

Nanami desdeñó.

—Estamos bien aquí, es más entretenido ver el caos.

Satoru veía ir y venir gente de los pasillos a bastidores, muchas de esas personas no las conocía pero solían reparar en la figura en el pasillo, solían sorprenderse al ver a Nanami allí. A él parecía no importarle, ni siquiera estaba mirando en esa dirección. Haibara no pudo más con el silencio así que se acercó a Satoru.

—¿Le sorprende, señor Gojo? A veces usan este salón para eventos internacionales.

—Me sorprende que todo esto pueda estar dentro de un piso de la torre.

—¡La torre es un palacio inmenso! Sólo le hace falta jardines.

Nanami bufó.

—Al señor Nanami le molesta que toque ese tema. En los planos iniciales de la torre era algo parecido a Los Jardines Colgantes de Babilonia, sólo que un poco más modernos, habría muchas más zonas verdes de las que hay pero... el señor Sukuna no quiso eso prefirió que pareciera una iglesia.

—Estás creando polémica —le respondió Nanami— pero es cierto.

—Sabe, señor Nanami, lo gracioso es que yo traje tres guardaespaldas pero el señor Gojo es el más intimidante de todos por su altura.

Los otros guardaespaldas sonrieron, estaban de acuerdo. Todos allí eran de la altura de Nanami pero... Satoru resaltaba. El mencionado no pudo evitar decir "¿yo?" y poner una cara estúpida.

—Sí, usted. Está vistiendo de negro y usa lentes, sin duda parece uno de nosotros aunque más excéntrico.

Satoru sonrió complacido por el halago. Nanami lo miró de arriba hacia abajo... era cierto.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora