Capítulo 44: Como un perro

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Es... Viernes de dosis dulce así que chingue su madre allí les van cinco capítulos para que los lean cuando puedan <3

✨🌙✨

3:46 pm

Kento Nanami seguía encerrado en su oficina, llevaba horas allí. Satoru solo lo había visto cuando recibió la comida que había pedido como desayuno. Ni siquiera lo miró y él tampoco le había dicho algo, desde entonces seguía allí haciendo quien sabe qué mientras Satoru ya tenía todos los documentos solo esperaba su firma para mandarlos a las oficinas correspondientes. Ah también le faltaba decirle que había cambiado la fecha de la reunión al lunes de la siguiente semana por lo de la invitación reciente y en la ausencia de uno de los ejecutivos. Sí tenía que encargarse de todo mientras su jefe estaba encerrado emberrinchado.

Oh vaya Satoru no pensaba que se tomaría eso tan a pecho, todo lo que había hecho días anteriores, y los pequeños avances en cuanto a su amistad/relación de trabajo, se habían ido al carajo. Y a eso se le sumaba el estrés de Satoru... no realmente por presentarse ante ejecutivos renombrados sino... por lo que había pasado. Si su jefe creía que lo estaba seduciendo, bueno era obvio que las cosas cambiarían y entendería si no quería ni siquiera ser su amigo. Ya ni sabía cómo aclararlo, no había palabras y si lo intentaba decir solo haría todo más incómodo para ambos. Lo único que podía hacer era... tomar distancia y tratarlo como siempre había tratado a todo compañero de trabajo. Quitó los lentes y llevó sus manos a su rostro, vaya qué complicado.

No se dio cuenta de que Nanami había salido de la oficina, y estaba parado viéndolo fijamente, hasta que le habló

—No... —Satoru dio un salto por el susto casi cae de la silla. Volteó y encajó sus ojos azules en él— ...me diga que con t-todo este trabajo ya se ha vuelto loco.

Nanami había tartamudeado en cuanto vio sus ojos fijos en él. Satoru desvío la mirada, se sonrojó inevitablemente y negó con la cabeza. Al no recibir mayor respuesta Nanami continuó:

—Saldré a comer.

¿Le estaba solo avisando? ¿Qué se supone que Satoru debía decir...? ¿Qué era lo que no lo haría enojar más?

—Claro, jefe. Provecho.

Dijo simplemente sin verlo a la cara por lo cual no podía ver que Nanami lo miraba desconcertado. Esa respuesta no era la que esperaba de él... en realidad venía preparado para verlo saltar de su silla con toda la emoción que lo caracterizaba para seguirlo todo el camino como solía hacerlo... ¿estaba acaso triste? ¿Tanto le había afectado que Nanami no lo dejara pasar? Pero no le dijo nada más.

Satoru simplemente lo vio moverse de donde estaba, con las manos en las bolsas de su pantalón, con dirección a la puerta. Satoru no lo miró hasta que notó que no se movía. Nanami estaba parado con la puerta abierta, miraba su reloj y dijo sin verlo y aun con cierto recelo:

—Hay un restaurante a veinte minutos de aquí. Más lejos que Eden's Garden. La comida se tarda un poco en estar lista si nos vamos ahora podremos comer pronto y regresar temprano. Pero si se sigue tardando no llegaremos y tendremos que comer en uno más cercano y menos rico.

El corazón de Satoru dio un vuelco, aunque no quisiera comportarse como lo había hecho... la verdad es que le era imposible no emocionarse era como si en verdad hubiera esperado a que le levantaran el castigo. Pero no se movía solo miraba a su jefe fijamente, éste comenzó a ponerse un poco nervioso aunque sabía disimular.

—Yo no quiero comer comida fría, señor Gojo.

Y como si tuviera resortes Satoru se puso de pie tomó sus lentes rotos y volvió a ponerlos en su rostro. Tomó la agenda y una de las carpetas, lo que podía pues no quería hacerlo esperar. Logró pasar por la puerta antes de que Nanami la cerrara.

Caminaron lado a lado sin decir nada pero mostrándose un poco tensos, esa tensión se hizo aún más incómoda al estar tan cerca, solos y en silencio en el elevador. Satoru solo podía pensar en que era como un perro. Si Nanami dejaba de hablarle se pondría triste y en cuanto volviera a hablarle olvidaría todo sentimiento negativo y se acercaría moviendo la cola obedientemente. Solo le faltaba decir: "lo que usted desee, amo". Cerró los ojos que horrible imagen se le vino a la mente. Al abrirlos Satoru pudo ver su largo reflejo al lado del de su jefe en el color oro que tenía de adorno las puertas del elevador... era más alto que su jefe y aun así él seguía siendo más intimidante. Llegaron al estacionamiento y luego entraron al coche donde el espacio era aún más reducido. Satoru se puso sumamente tenso... ¿cómo lograría estar allí dentro del coche... callado sin decir ninguna estupidez que lo hiciera enojar? ¿Seguía enojado con él? Lo más seguro era que sí pero si lo estuviera no lo habría invitado a comer.

Nanami arrancó el auto y al salir se toparon de frente con toda la multitud de periodistas... ¡Esta vez eran más! Traían cámaras, filmaban, lo cual hizo que Satoru se pusiera tenso. Sin querer habló:

—¿Es que acaso no tienen nada más que hacer?

—Señor Gojo —la multitud gritaba lo que hacía que la voz de Nanami fuera apenas perceptible— mantenga la calma estará bien.

Satoru lo miraba y poco a poco escuchaba los cuestionamientos:

"Señor Nanami ¿está dispuesto a aceptar que ha perdido el control de Golden Mountain?"

"¿Tiene algo que decir con respecto a lo que acaba de pasar?"

"¡Señor Nanami una foto para el New Shangri-la! Es usted la sensación del momento... es una pena que esté fracasando"

"¿Qué dirá sobre Sukuna? Es esto un escándalo, señor, no puede quedarse callado".

"¿Aceptará por fin dejar Golden Mountain ahora que no puede manejar la carga?"

Y esta vez Nanami no podía avanzar entre la gente. Satoru miraba a su alrededor y pronto también escuchó preguntas dirigidas a él como: "¿quién es usted?" También escuchaba los golpes al auto, sentía que en cualquier momento romperían los cristales y le harían daño a su jefe. Curiosamente Satoru se preocupó primero por Nanami que por él. Giró su rostro a Nanami y lo notó... notó ese temblor en sus manos que agarraban el volante, apenas perceptible para otros. El resto de su semblante era como siempre... imperturbable. Pero estaba temblando, tanto como él. Satoru dejó de lado su miedo pues una ira profunda comenzaba a crecer en contra de esos periodistas. Si Nanami no hubiera hablado al notar el semblante de Satoru él hubiera bajado a golpear a todo aquel que se atreviera a decir que Kento Nanami era ineficaz.

—Preparan fideos... —dijo simplemente— fríos también. Pero no solo eso, también hay otro tipo de comida que quisiera que probara, creo que le agradará el lugar. No se preocupe —ahora se refería a los periodistas—, estará bien, no dejaré que lo toquen.

El resto de sensaciones que tuvo Satoru, en lo que salían de la multitud, provocadas por lo último que había dicho Nanami, solo podían ser descritas por una palabra: confusión.

✨🌙✨

Nota: Espero que te haya gustado este capítulo... si es así pícale a la estrellita sensual eso ayuda a que el fic llegue a otras personas y sean igual de felices que tú al leer.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora