Capítulo 31: Intromisión

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Nanami siguió de habitación en habitación para completar todos los análisis. Sin que él se diera cuenta Satoru lo acompañaba. La doctora Ieiri le explicó a Satoru el por qué de cada procedimiento, era bastante buena en lo que hacía. Finalmente volvieron a la sala de espera donde, mientras escribía en el expediente y en una receta, le hablaba de los dos nuevos medicamentos que tomaría Nanami... los horarios, las especificaciones y la futura cita para los resultados. Satoru sacó la libreta para anotar todo.

—Fue un gusto conocerlo señor Gojo. Espero que la salud del señor Nanami mejore. Voy a verlo, está en la habitación. Le pondrán un medicamento y podrá retirarse. Puede entrar a verlo en cuanto yo salga.

Se dio la vuelta y entró a la habitación. Satoru volvió a sentarse y después de un rato la puerta abrió. Salió la enfermera y la doctora. El teléfono de Nanami sonó; decía: Sukuna. De inmediato contestó.

—Ohh hola Satoru, sabía que contestarías. Eso quiere decir que Kento está en estudios...

—Él está algo ocupado en efecto. Yo tomaré su recado.

—Lo sé, él te dijo que no lo mencionaras pero yo sabía de antemano que iría a consulta. Kento es obstinado. Bueno, sólo quería saber cómo ha salido todo.

—Hmm bueno aun no nos dan todos los resultados...

—Pero unos avances debieron darte. ¿Ya acabaron sus revisiones?

—Sí... sólo está en la habitación, le pusieron un medicamento.

—¿Estás afuera? ¡No! Tú debes entrar, vamos tú eres mi chico debes estar al tanto de todo para informarme. Vamos pasa dile que es una llamada de mi parte y es urgente que conteste. Suerte.

Satoru se puso de pie y tocó la puerta.

—Soy Satoru, señor. ¿Puedo pasar? Es su teléfono le llama el señor Sukuna.

—Pasa —logró escuchar.

Entró y vio a Nanami incorporado en una cama aún vistiendo la bata de la clínica. Tenía una aguja intravenosa en su brazo derecho conectada a una manguera y ésta a una bolsa con poco líquido. Extendió la mano para que le entregara el teléfono.

—Habla Nanami —dijo con tono firme.

Satoru alcanzaba a escuchar la risa de Sukuna, a Nanami parecía darle igual. Escuchó con atención lo que Sukuna decía y contestó:

—No debes preocuparte, está todo bajo control. Hmmm sí. Adiós.

Colgó. Así de seco. Miró a Satoru quien sólo admiraba la habitación.

—Gracias por esperar. ¿Qué horas son? —por costumbre miró su muñeca pero no traía reloj así que volvió a tomar el celular— las 7:13... se alargó el proceso. Lo siento mucho está trabajando fuera de horario. Está bien no regresaremos a la oficina por ahora. Puede retirarse a su casa.

—¿Y usted?

—Por ahora me quedaré aquí pero... creo que también me retiraré después.

—¡Bueno en ese caso! —se sentó en el sillón cercano a la cama— ¡Le haré compañía!

—No, por favor. Váyase.

—No, no... no se preocupe no es ninguna molestia. Yo creo que estar en este lugar debe ser muy aburrido. Por eso lo acompañaré, para que no sé enfade...

—Hnmm.

Nanami evitó decir: usted me hace enfadar. Todos los estudios habían sido un poco exhaustivos quería descansar un poco. Para su sorpresa Satoru sólo estaba allí sentado mirando las nubes por la ventana, no hablaba trataba de perturbarlo lo menos posible.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora