Capítulo 138: Vínculo de cariño

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Nota: Viernes de dosis dulce y hoy traigo... ufff ufff! un pastel de chocolate tan dulce que necesitarán su dosis de insulina. Si no han traido su medicamento no se preocupen yo traigo una caja para contrarestar toda la dulzura de este capítulo. ADVERTENCIA DE CAPÍTULO BOMBA! 💣 Será un capítulo largo, explosivo y muy dulce :3

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Nanami los ayudó a bajar de sus cunas y en fila los condujo hasta el baño grande. ¿Y... ahora qué? No estaba tan familiarizado con lo que se supone se debía hacer en esos casos. Por suerte Megumi apuntó una pequeña escalera cuadrada de madera y pidió de favor que la pusiera cerca del baño. Nanami atendió y se dio la vuelta para darle privacidad. Megumi subió por sí mismo al banco que le ayudaba a alcanzar el baño. Después de un rato bajó y pidió que lo alzara para lavarse las manos. Lo hizo y Nanami lo llevó afuera del baño, Yuuji pasó de inmediato no esperó a que Nanami lo ayudara y tampoco le importó que no se cerrara la puerta. Salió sin lavarse las manos pues Nobara ya saltaba. Ella pasó sola.

—Soy una dama, requiero privacidad.

Y cerró la puerta. Nanami se quedó viendo a los otros dos. Parecía que ya estaban más repuestos sólo quedaba la tos. Escuchó que Nobara cantaba dentro del baño.

Megumi dijo: ella tarda mucho.

Nobara: tengo una flor, que es para ti, con mucho amor, canto esta canción que es para ti, es para ti...

Al poco rato se escuchó la palanca del baño y luego su voz diciendo que había terminado. Nanami abrió la puerta y levantó a Nobara para que se lavara las manos y luego a Yuuji.

Los niños se asomaban por el pasillo, intentaban ver la puerta de la habitación de su padre. Nanami los condujo hasta allí pero les pidió que no hicieran ruido pues Satoru estaba muy cansado y lo mejor era dejarlo dormir.

Abrió la puerta, los tres se asomaron y vieron a su padre dormido de lado. Sin duda se veía cansado. Volvió a cerrar la puerta, ahora sí los niños estaban más tranquilos porque sabían que su padre estaba allí. Caminaron junto a Nanami por el pasillo, se detuvieron y lo vieron, lucían interrogantes.

—Veamos tele —dijo Nobara.

Y Nanami dudó desde luego que eso fuera lo que hacían por la mañana.

—Necesito su ayuda. Acompáñenme —con un gesto bastante caballeroso les pidió que caminaran.

Los tres lo siguieron hasta la sala, él se sentó en uno de los sillones individuales y los niños se subieron al grande, se sentaron muy juntos, Yuuji en medio. Nanami optó por usar palabras serias aunque eran niños y era probable que no lo entendieran... los subestimaba quizás. Dicha actitud y palabras daban a eso un parecido a una de las reuniones del corporativo. Nanami no podía evitar estar nervioso, para él era mucho más fácil manejar a un montón de adultos que a tres niños que eran impredecibles... aunque si los veía bien, allí sentados tan pequeños sólo mirándolo, podía pensar que eran inofensivos incluso tiernos.

—Como han visto, su padre está enfermo. Lo mejor para él es que descanse todo lo que quiera. No tienen que preocuparse yo voy a hacerme cargo de ustedes, no estarán solos en casa. Yo los cuidaré. Para ello me gustaría que cooperaran, pues yo no tengo hijos... ni sobrinos, ni ningún niño pequeño con el cual relacionarme más que ustedes.

—No soy pequeña —interrumpió Nobara— cumplí dos años jefe... eso ya es mucho.

—Claro... mi error. Es cierto ustedes ya son niños grandes.

—Megumi no... él aún tiene un año.

El mencionado levantó su dedo índice para confirmar su edad.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora