Capítulo 33: "Babosa"

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Satoru se detuvo y verificó que el carro ya no estaba en la calle. Comenzó a correr en sentido contrario al que se había dirigido su jefe.

—Carajo ¿Cómo es posible que un adulto como yo no pueda decirle que no a ese hombre?

Llegó sin aliento, tosiendo como un perro anciano. Tuvo que agarrarse del mostrador mientras la señorita lo veía con extrañeza. Sin hablar Satoru le entregó las tres credenciales de sus hijos. La señorita entendió y sin decir nada más entró a avisar que ya venían por los niños.

Los tres niños estaban en su respectivo salón sentados en las mesitas junto a uno de sus amigos. Parecía... que tenían un asunto serio.

Yuuji y Nobara llevaban la plática y su amigo Toge Inumaki les contestaba con la misma seriedad... pero con nombres de comida, curiosamente tanto los niños como las maestras le entendían.

Si Satoru los hubiera visto seguro veía replicada una reunión sumamente importante como las que sucedían en las empresas. Pero... de lo que hablan los niños con tanta molestia no era entendible ni para la maestra. Cuando ella se acercó la miraron de reojo enfadados como si estuviera metiéndose en algo privado.

—Su padre ha venido por ustedes —dijo y el rostro de los tres se suavizó, dieron por terminada la reunión.

Llegaron a recepción. Por suerte ninguno de los tres lloraba, ni siquiera se percataban de que su padre había pasado más tarde por ellos. Los subió a la carriola pero... antes de irse el encargado le habló a Satoru.

—Señor Satoru... —creía que le llamaría la atención por su retraso... no fue así— es sobre su hija Nobara.

La mencionada se metió en la carriola. Oh oh... esas eran malas noticias. El director Yaga continúo.

—Durante la clase le gritó a una de las niñas que era una "babosa".

Satoru evitó reírse y es que en esos casos sí era muy cómico para un padre escucharlo. Pero tenía que ser serio para mostrar desaprobación a lo que había hecho Nobara. El director continúo:

—Tenemos reglas y las han aprendido. No toleramos los insultos hacia otros compañeros. Sé que usted hablará con ella. Nosotros le hemos explicado pero bueno a veces pesa más la palabra del padre. Yo sé que no se repetirá... Nobara es una chica buena... un poco holgazana en algunas actividades pero bueno... la verdad es que en eso le gana Megumi. No los forzaremos a trabajar ese no es el problema, el problema es que Nobara agreda a sus compañeros.

—¿Los ha golpeado?

Satoru conocía el temperamento de Nobara, era de los tres la más... explosiva, solía tener altercados a golpes contra sus hermanos... pero no muy seguido.

—No... Sólo fue su expresión. Por lo que no ameritó un castigo como tal. Pero es mejor que hable con ella antes de que eso empeore.

—Lo haré... y no sólo con ella también con sus hermanos. Gracias nos vemos mañana.

Salieron y mientras iban de camino a casa Satoru iba en silencio. Los niños también porque tenían un poco de miedo. No solo ella parecía sumamente asustada, los otros dos también escondían su rostro ante la vergüenza.

Satoru quiso decirles: han traicionado a papá... ¡¿cómo se atreven a ponerme en vergüenza?! ¡Decepción! Será mejor que se vayan de mi vista.

Pero no lo hizo solo se rio un poco. Tampoco tocó el tema hasta que fue la hora del baño y los tres estuvieron dentro de la bañera jugando con sus juguetes. Los niños ya habían olvidado lo sucedido para ese momento.

—Oigan... —Satoru les habló— ¿no hay algo que quieran contarme?

Pero solo se miraron entre sí y callaron.

—Vamos... soy su padre pueden confiar en mí.

—¿Vas a regañarme? —dijo Nobara y antes de que Satoru contestara Yuuji habló.

—No la regañes, no hizo nada malo.

Nobara parecía asustada. Satoru seguía con una sonrisa en su rostro.

—No es como tal un regaño pero si me gustaría que me contaran qué pasó. Porque confían en mí ¿no?

—Sí —dijo Nobara— le dije a Mai que era una babosa.

—Hmm bueno lo entiendo, corazón, pero no debes hacerlo. Si estás enojada con ella lo mejor será que no la ofendas. Solo ignórala y ya se cansará. ¿De acuerdo?

Nobara asintió.

—Muy bien... ¡Uy, tienes mugre en la cara! Ah no así eres de por sí... —dijo para relajar el ambiente y de inmediato se rio. Nobara le aventó agua.

—¡Tú no te has bañado cochino!

Y se desató una pequeña guerra de agua y en el departamento se escucharon las risas de los tres niños.

Satoru dio por terminado el asunto. Tampoco era para tanto, regañar a Nobara de forma estricta no solucionaría nada. Era mejor escucharla aunque no le dijo el por qué de su acto. Lo más seguro era que se trataba de una tontería de niños... algo sin importancia... ¿verdad?

✨🌙✨

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Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora