Capítulo 79: El hombre triste y los tres ositos

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7:14 pm

Nanami entró a la antesala. Satoru y Choso seguían allí, levantaron la cabeza y le dieron la bienvenida. Nanami de inmediato se paró enfrente de Satoru.

—¿Por qué siguen aquí? La jornada laboral ha terminado.

—No habíamos visto la hora y también lo estábamos esperando.

Choso dijo entre murmullos: ¿la jornada termina a las 7:00?

Tanto Nanami como Satoru lo vieron, vaya era imposible no tener lástima. Nanami continuó:

—Sí, así es. Así que lo mejor es dejar todo por ahora. Vayan a descansar, nos veremos mañana.

—Señor Nanami ¿cómo le fue en la reunión? —preguntó Satoru.

—Se resolvieron los problemas... pero me quedaré esperando una llamada. Usted puede irse, después de la llamada iré a casa.

Todo eso lo dijo sin ver a Satoru a los ojos, quien no supo qué decir, no le quedaba más que obedecer. Nanami entró a su oficina y sólo volvió a ver a Satoru cuando éste entró para despedirse. Despedida cordial y él y Choso se fueron.

Nanami había mentido. Todo problema se había resuelto pero sabía que si iba a dejar a Satoru a su departamento podría tener más problemas con sus vecinos. Era mejor... quedarse allí en la oficina. Tomó un cigarro y lo encendió.

Satoru y Choso llegaron a la salida de la torre y allí se despidieron. Satoru giró y caminó hasta la parada del autobús, luego subió a éste y se sentó cerca de la ventana. Estaba cansado así que mientras bostezaba alguien se sentó a su lado, eso era normal sólo se hizo a un lado para darle más espacio.

—No vayas a... —Satoru dio un salto quien estaba a su lado era Choso y le estaba hablando— ...creer que te estoy siguiendo o te estoy acosando. Lo aclaro de una vez, éste autobús me lleva a mi casa.

—¡Dios...! Me asustaste. No hagas eso.

—Te juro que no es adrede.

Durante el trayecto Choso estaba tan cansado que se quedó de inmediato dormido. Satoru estaba cerca de la parada y le daba pena despertarlo. Sorprendentemente Choso se despertó como si fuera un muñeco mecánico se puso de pie y pidió bajar del autobús. Al darse la vuelta para despedirse de Satoru se dio cuenta que también bajaría allí, entonces entrecerró los ojos.

Ambos bajaron del transporte y entonces Choso habló:

—Tú me estás siguiendo o ésta sigue siendo una extraña coincidencia de esas que pasan en telenovelas románticas... no lo hagas, seguir a alguien y hacerlo pasar como encuentro predestinado es un cliché que da miedo.

—Te juro que no te estoy siguiendo. Voy a la guardería por mis hijos.

—Oh —Choso entendió, entonces sí se trataba sólo de una coincidencia pero no romántica—. ¿Sus hijos van a Sunny Shine?

—Sí, así es... —comenzaron a caminar.

—¡Mi departamento queda a una calle de allí!

Era inevitable reírse. Caminaron y mientras tanto platicaban.

—Tú tienes una buena habilidad para dormir en el transporte y despertar a tiempo.

—¡Llevo meses practicando! Algo bueno tenía que salir.

—Oiga ¿y en el edificio donde vive no hay en renta ningún departamento? Estoy buscando uno para mudarme.

—Ammm... sí hay pero no le recomiendo que se quede allí. Sólo es un cuarto, es pequeño la verdad. Yo digo que vivo en una lata, pero es mejor que nada.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora