Capítulo 191: Terminar el acuerdo mutuo

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Llegada la hora de salida Nanami fue el que se asomó para ver a Satoru aun sentado ante su escritorio. ¿Qué le sucedía? ¿Por qué estaba enojado? ¿Había hecho algo malo? Trataba de hacer memoria... nada de lo que había hecho en el día podría causar su enojo... a menos que estuviera enojado porque Nanami se había distanciado de él... bueno si ese era el caso en verdad lo lamentaba... y aunque quisiera de verdad al menos besarlo aun no se sentía del todo bien. Se acercó a él.

—Señor Gojo —él respingó— son las 6:00. Voy a salir. No se quede aquí, lo llevaré a su casa.

—No, señor, no se preocupe. Sé que tiene un asunto... —comenzó a meter todas sus cosas a su maletín.

—Sí... es sobre el divorcio de Riviera. En ese caso la camioneta de los guardaespaldas está abajo lo llevarán.

Satoru se detuvo por un momento pero no dijo nada.

—La señorita Tsukumo se hará cargo. Me reuniré con ella para hablar de los detalles.

—Ah... está bien, señor no se preocupe. Yo comprendo perfectamente.

—¿No quiere venir a cenar también?

Qué repentino. Incluso a Nanami le sorprendió.

—Hmm... no se preocupe por mí. Entre menos gente haga bola en el asunto mejor. Espero llegue a un buen acuerdo. Bien... nos vemos... cuídese mucho.

Y esperaba a que Nanami se apartara para que pudiera irse. Él... había sentido el impulso de tomar su mano pero no lo hizo. Se despidió y lo dejó pasar.



Nanami llegó a su departamento antes de que ella llegara. Haibara subió con él. En la cocina del departamento estaba Riviera hablaba sola con el sartén hasta que los vio. Saludó con ímpetu y pidió a Haibara que probara la cena, él le dio un cumplido, la cocina se le daba bastante bien.

—Riv —le habló Nanami—. Gracias por preparar algo para la cena con la abogada que tratará tu caso.

—¡Claro! Debo de ser amable.

—Hmm Yuki Tsukumo no tarda en llegar.

Al escuchar el nombre Riviera dejó de sonreír.

—¿Quién? ¿Es en serio? ¡¿Esa loca va a tratar mi caso?! Me va a dejar en la ruina. ¡Ay qué coraje, hiciste que cocinara para ella! ¿Dónde queda mi dignidad?

Empezó a maldecir en su lengua nativa.

—Oye... ella sabe distinguir entre trabajo y asuntos personales.

—¡Ah claro que sí! Claro que sabe distinguir lo que es personal y lo que no. Por eso siempre me trató tan mal cuando llegué a toparmela por pura casualidad. Esa perra está celosa, Kento... en mala hora aceptaste ser su amante. ¡Pudiste elegir a quien sea! Mis colegas, mis maquillistas, mi estilista... tan guapa que es pero no...

Haibara reía, le hacía mucha gracia que alguien tan infantil y voluble como ella regañara a Nanami.

—Sabe distinguir y te ayudará. Así que sé amable, por favor.

—Bien... lo hago por ti porque sé que estás agobiado y no quiero darte más problemas. Sólo quiero que sepas que si me molesta contestaré... y golpeo bastante fuerte.

Al poco rato llegó Yuki. De inmediato trató de hacerle plática a Nanami y él la trató con cordialidad. La llevó hasta el comedor y después aparecieron Haibara y Riviera para dejarle claro que no estaría sola con Nanami. Claro, ni Riviera ni Haibara lo dejarían sólo sabiendo las mañas de la abogada y aunque Nanami sabía cuidarse era mejor prevenir. Por unos segundos Riviera observó con cierto recelo a Yuki quien contestó de la misma forma. Después de la cena hablaron sobre el divorcio de Riviera.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora