Capítulo 107: Mudanza

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Llevaron la mayoría de las cosas que no eran de primera necesidad al carro para la mudanza. Nanami ayudó con cajas ligeras que no presentaban mayor inconveniente. En realidad Satoru no tenía demasiados muebles, por lo mismo de que el departamento era muy pequeño. Las cajas más ligeras las pusieron en la cajuela y la parte de atrás del carro. Satoru y Nanami subieron a éste y guiaron a los de la mudanza. En el camino Satoru iba murmurando, parecía que tenía una conversación consigo mismo... trataba de estructurar sus planes con respecto a la mudanza y la fiesta de Nobara. ¡Claro la fiesta! Tenía que decírselo a Nanami, darle la invitación de cortesía aunque no sabía si asistiría.

Ambos carros entraron al estacionamiento del nuevo edificio, en la entrada estaba la arrendadora la señora Estefanía. Satoru y Nanami la saludaron. Satoru ya la había puesto al tanto de que ese día se mudaría. La mujer se encargó de entregar las llaves del departamento y de darle un botón para abrir el portón de la cochera cada que quisiera. Ese era un momento sumamente especial para Satoru. No pudo evitar festejar. ¡Por fin tenía un departamento decente!

Pausó su celebración para ayudar abriendo el departamento para que subieran las cosas. Algunos muebles fueron puestos en el lugar donde iría la sala. Era un lugar provisional al día siguiente se encargaría de acomodarlos. Al final Satoru se quedó arriba revisando que todo estuviera ya en el departamento. Nanami había ido por la última caja que habían metido a su coche, era ropa de los niños. En la entrada vio a la señora Estefanía, le pidió con señas que lo esperara un momento. Cerró el coche y entró. Revisó que Satoru no estuviera por bajar.

—Es bueno verlo de nuevo señor Nanami. Creí que vendría con Satoru el otro día. Que bueno que lo veo hoy ayudándolo.

—Hola. Hmmm... Puede llamarme Kento —sacó de la bolsa de su pantalón su billetera y le dio un cheque con la cantidad acordada—. Espero que no haya problemas con que sea un cheque, no la estafaría.

—No se preocupe. Yo no desconfío de usted, ¿cómo podría hacerlo? Muchas gracias con esto la renta está pagada y se cobrará éste día de cada mes.

Nanami asintió.

—Recuerde el trato: no decirle nada a mi asistente.

—No se preocupe, su secreto está a salvo conmigo. En un momento subo a su departamento con una jarra con agua, espérenme allí.

Nanami asintió. Vaya esa mujer era muy amable, que contraste con los residentes del otro edificio. Escuchó que alguien venía bajando por las escaleras. Era Satoru y venía gritándo con emoción.

—Señor Nanami, venga, venga.

Volvió a subir las escaleras después de verlo. Nanami subió con total calma. Al entrar al departamento lo encontró corriendo, sumamente emocionado, de un lado para otro por el departamento.

—Por fin señor Nanami, por fin viviré aquí. No tiene idea de cuánto le agradezco que haya encontrado este lugar.

Entraron los de la mudanza con las últimas cajas pesadas. Satoru se acercó para pagar y acordar también la hora para que al día siguiente fueran para terminar la mudanza. Los despidió y cerró la puerta.

—Estoy muy emocionado mire —agitó el montón de llaves que le había dado la arrendadora—. Ésta es la de la reja, ésta la de la puerta principal y ésta la del departamento... ya he probado éstas otras son las de los cuartos y esto es el botón para la cochera... ¡me sorprende tanta tecnología! ¿Por qué aún carga la caja? ¡Déjela aquí por favor!

Nanami no se había percatado de que seguía con la caja con la ropa. La puso encima de otras cajas.

—Señor Nanami me hace sentir mal incluso después de la jornada viene a trabajar aquí...

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora