Capítulo 54: Exceso de trabajo

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✨🍦Advertencia de contenido sobre: acoso laboral y sexualidad se le recomienda al lector discreción🍦✨


Satoru llevaba parte de la mañana yendo de un lado a otro de la torre. Por suerte Nanami le había anotado en orden cada dirección de los ejecutivos comenzando de arriba para abajo para que no tuviera que volver a subir. La verdad es que le agradecía que a pesar de tener tantas cosas por hacer se tomara el tiempo de anotar instrucciones para él. Lo que Satoru no sabía era que eso lo había hecho Nanami a las 3:00 de la madrugada mientras se forzaba a mantenerse despierto para recibir noticias.

Ya llevaba un total de 15 de los 18 ejecutivos. Estaba llegando a la oficina del décimo sexto. Una mujer sumamente hermosa lo recibió, era la asistente de ese ejecutivo. Se saludaron cordialmente, ella le sonreía pero su sonrisa se borró cuando Satoru le dijo de parte de quien venía. La mujer no se tentó el corazón en decir lo que sentía.

—Oh... así que tú eres el asistente del imbécil ese...

Satoru respingó, no le gustó cómo se expresó.

—¿Disculpe?

—Lo siento... aún le tengo coraje. ¿Sabías que tu puesto era mío? No te lo tomes personal... —Satoru ahora la recordaba era una de las aspirantes estaba el día de la entrevista— no puedo evitar sentir celos de ti. Ese hombre me corrió de inmediato tal vez sea porque cree que una mujer no es capaz de estar a su altura.

—No, se equivoca. El señor Nanami no le presta atención a esas cosas.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo lo convenciste?

—Sólo no me fui —eso le cayó como balde de agua fría a la mujer— y quizás si usted lo hubiera hecho seguiría en el que ahora es mi puesto así que le agradezco que se haya hecho a un lado —lo dijo con toda la intención de burlarse—. No todos pueden ver cómo es el señor Nanami, o más bien no todos lo merecen. Si fuera tan malo no te hubiera dejado aquí ¿no es así? Porque bien pudo prescindir de ti y por lo que veo te dio un trabajo bueno. En fin. Traigo este documento para tu jefe directo. Por favor hazlo llegar con carácter urgente. ¡Chao!

Se dio la media vuelta no tenía tiempo para seguir charlando. El décimo séptimo ejecutivo fue el más fácil de tratar, la asistente era sumamente amable solo se sintió intimidada por Satoru. Ya solo tenía que entregar el último de los documentos pero... sí, había un "pero". ¡Tenía unas ganas horribles de orinar!

Y no, en ninguna de las indicaciones de su jefe había un baño así que tuvo que preguntar a unos empleados dónde quedaba el baño más cercano. Ellos le dijeron que había uno en la planta de arriba. Satoru fue corriendo pero cuando llegó éste tenía un cartel de fuera de servicio por lo que tuvo que preguntar por otro baño. Ésta vez lo mandaron dos pisos arriba. Al llegar por suerte estaba funcionando. Corrió de inmediato, dejó la carpeta arriba de un dispensador de papel, se quitó los guantes y corrió al mingitorio. ¡Oh era un alivio!

En los cubículos había un sujeto que tocaba la puerta de uno de estos, estaba muy molesto porque la persona, si es que había una, no salía y traía las mismas prisas que Satoru. Otro cubículo se desocupó y entró. Todo ese tiempo Satoru seguía descargando su vejiga... eso sí que había sido demasiado. Mientras terminaba escuchó un golpe en el cubículo ocupado que lo hizo respingar un poco, enseguida lo olvidó. Subió el cierre y caminó a los lavabos, lavó con sumo cuidado su mano lastimada, eso llevaba su tiempo. Transcurrido un rato el tipo del otro cubículo salió y mientras pasaba otro golpe más se escuchó en el mismo cubículo aún ocupado, se quedó viendo la puerta, no dijo nada era como si todos quisieran ignorar lo que pasaba adentro. También lavó sus manos y mientras estaba al lado de Satoru comentó:

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora