Capítulo 90: La pregunta

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Nota: Es Lunes feliz! puff... Hemos llegado al capítulo 90! Han pasado muchas cosas lo sé y estamos cada vez más cerca del capítulo 100 OMG! Bueno aquí les dejo la tanda de 5 capítulos <3



Lunes. 7:25 am

Haibara estaba frente a la puerta del departamento de Nanami. Con la llamada del día anterior se había quedado con el pendiente y en lugar de esperarlo afuera para seguirlo en su motocicleta hasta la torre de babel había reunido valor para ir a verlo. Tocó el timbre. Después de unos segundos la puerta se abrió pero Nanami no apareció. Haibara solo entró. Veía a Nanami de espaldas terminando de arreglar su portafolio. Aún no se había puesto el saco. Haibara habló.

—Buenos días. ¿Estás listo para ir al trabajo?

Nanami se puso su saco, se dio la vuelta y solo suspiró. Haibara vio que tenía ojeras.

—¡Oh Kento por dios! Dime que dormiste algo... —Nanami negó— demonios. Quédate una hora más para dormir. No puedes... ¡oye!

Nanami caminó hasta la puerta y la abrió para que Haibara saliera. Esa era la señal de que era hora de partir. Haibara salió y comenzó a regañarlo de camino al elevador.

—¡No puedes desvelarte más! ¿Escuchaste? No me digas que fue porque te quedaste pensando en lo de ayer...

Entraron al elevador. Nanami por fin hablaba.

—Es involuntario. Lo siento.

—Puff... entiendo. Y... ¿cómo te sientes al respecto? Háblalo no es bueno quedártelo por tanto tiempo.

—Estoy confundido.

—Te dije que no le dieras tantas vueltas. Sólo... lo mejor es aceptarlo.

—Lo he aceptado, no es ese el problema —Haibara lo miró parecía que sí lo era—. ¿Puedo hacerte otra pregunta?

—Claro... aunque no sé por qué piensas que soy un experto en eso, ni siquiera estoy casado.

—Yo tampoco lo estoy. No lo digo por tu experiencia. ¿Necesito repetirlo? Te pregunto porque eres mi amigo y no tengo a nadie a quien más preguntarle. Es la última vez que lo diré.

—Está bien, ya lo sé, no te enojes. Haz la pregunta.

—¿Y ahora qué hago?

Haibara no esperaba una pregunta tan... inocente. Por un momento olvidó que Nanami no era muy sociable. Era un poco contradictorio que supiera perfectamente como manejar todo tipo de situaciones y esto no. Y también era muy lógico lo que debía hacer pero... entre decirlo y hacerlo hay una gran diferencia.

—Debes decírselo —Nanami lo volteó a ver de inmediato. Era como si hubiera dicho una blasfemia—. Simple ¿verdad? Debes tener valor para hacerlo. Pero es lo que deberías hacer. Sólo procede y ya.

—Hmm...

—Porque... vas a hacerlo ¿verdad?

Nanami negó con lentitud.

—¡¿Eh?! Pero...

—Yu... no es tan fácil. Lo pienso ahora y hay cosas que lo impiden... —Haibara sólo se quejó— piénsalo. Primero... está la situación de que es mi empleado. Segundo...

—No digas lo de que es un hombre...

—Soy un hombre, eso es lo que menos me importa. Y tercero... no sé si soy correspondido.

—Y no lo sabrás si nunca se lo dices.

—¿Y si lo digo y resulta que no es así? Mi presencia para él sería muy incómoda y yo no quiero causarle daño. Quiero que conserve su trabajo...

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora