Capítulo 9: Entrevista de trabajo

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9:30 am. Sala de recursos humanos.

Satoru había llegado al piso que le habían indicado, específicamente afuera de la oficina ¿de recursos humanos?. Demonios todo había sido horrible, ese edificio era sumamente grande y un completo laberinto. Se tomaba unos minutos, aunque llevara media hora de retraso, para entrar al baño para peinar su cabello hacia atrás y arreglar su traje negro y corbata. Al entrar a la oficina se encontró con dos personas más esperando, estaban sentadas en sillones de piel color negro, muy elegantes como todo a su alrededor.

Se sentó también y miró un anuncio cercano a la puerta, lo miró con detenimiento. Era un anuncio de una marca de celulares. Vio el logo hasta abajo como quien ve cualquier propaganda: con profunda indiferencia. Hasta que... se dio cuenta de dónde estaba.

Sus ojos se abrieron al igual que su boca. ¡¿Cómo era posible que fuera tan distraído?!

Hasta ese momento Satoru no había ligado el nombre de Golden Mountain con ¡el corporativo más importante en el país y el quinto más importante en el mundo! Se daba cuenta de la magnitud de la situación, de lo importante que era la oferta de trabajo... tanto que casi se resbala al suelo. Estaba aturdido. ¿Cómo podía ser tan sinvergüenza? Todavía se dio el lujo de llegar 32 minutos tarde.

¡Pero no fue su culpa! ¡La quemadura, los niños, el llanto, el dolor, la comida, el transporte, el accidente en el segundo transporte, los periodistas tapando la entrada que no le permitían pasar! Todo era un desastre... él y su vida lo eran.

Tan aturdido estaba que no se percató que una mujer se acercó. Volvió a la realidad cuando ella le habló, reconoció su voz porque fue la que le llamó por teléfono. Le daba la bienvenida al corporativo Golden Mountain. Se veía enfadada.

—¿Usted es el señor Gojo?

Él espabiló, mostró su mejor sonrisa y se puso de pie para estrechar su mano. Mientras tanto una persona salía de la oficina y otra entraba.

—Creí haberle dicho que la cita era a las 9:00 am, lleva media hora de retraso. Debe saber que para este empleo la puntualidad es... ¡indispensable! Por lo que no toleraremos la falta.

Eso era todo, lo había arruinado. Abrió la boca para pedir una oportunidad pero su orgullo le impidió hablar.

La mujer solo suspiró, se sentía abrumada.

—Su currículum es bastante bueno, señor, demasiado diría yo. Idiomas, estudios, diplomas... Por lo que solo por esta vez le perdonaré su falta. ¡Si usted se queda en el trabajo por favor no llegué nunca tarde! O perderá de inmediato su trabajo.

Eso lo dejó sin palabras. No esperaba que se lo permitieran. La mujer se alejó y él volvió a sentarse en el sillón a esperar. Juzgó con la mirada a la mujer que estaba sentada esperando su turno, ella sí que tenía porte.

💼

9:50 am

Satoru era el único que quedaba en la sala. La puerta se abrió y un hombre de lentes lo llamó. Comenzaría su entrevista. La oficina era elegante y ordenada, no exuberante, solo elegante. Se sentó enfrente del escritorio y permaneció en silencio mientras el hombre revisaba el expediente. Después de un rato comenzó a bombardearlo con preguntas. Satoru contestaba con velocidad y con la confianza que lo caracterizaba. El sujeto no parecía creer que él tuviera tantos méritos y hubiera estado trabajando siempre en puestos mediocres en empresas... mediocres. Como no concordaba su currículum con sus trabajos comenzó a hacerle preguntas relacionadas a sus estudios y se sorprendió al ver que en efecto Satoru no estaba mintiendo en su currículum. Por último lanzaba una sola pregunta que a simple vista parecía ser de menor importancia.

—¿Está casado, señor Gojo?

Satoru entendía que esa pregunta tenía que ver con su desempeño. Si como empleado tenía familia estaría propenso a no cumplir con su labor. Eso quería decir que la vacante en verdad era algo sumamente demandante. Sí, él tenía tres hijos pero... no era esa la pregunta así que podía ocultar esa información.

—Soy soltero.

La entrevista terminó y escuchó la misma frase que en otras ocasiones: "nosotros le llamaremos".

Antes de irse le echó un vistazo a las oficinas, a los pasillos, a los elevadores que solo dejaban pasar al personal de alto rango.

—Bueno, fue bonito imaginarse trabajar aquí.

Sonrió y salió del edificio. Ya se había resignado a que no lo llamarían. Se acababa el mes, no tenía más dinero. Utilizó el resto del día para buscar vacantes en pequeños negocios y consiguió un empleo a regañadientes en una cafetería con salario mínimo, era casi su última opción. Pero aún tenía un problema... ¿quién cuidaría de los niños?

✨🌙✨

Nota: Muchas gracias por leer <3 Espero te esté gustando la historia. Si te agrada no dudes en comentar eso me anima a seguir escribiendo. También si te agradó el capítulo puedes dejar tu voto <3

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora