Moondust - Jujutsu Kaisen

Capítulo 143: Imprudente

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Nota: ¿alguien pidió drama a domicilio? ¿No? bueno no importa ya está.

✨🍦Advertencia de contenido: mención a consumo de drogas, actos ilegales, violencia y trata de personas, se recomienda discreción🍦✨

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Los Ángeles. Miércoles 8:14 pm. Auditorio Coliseo

La puerta de una limusina negra se abría y a la alfombra roja de una reunión de gente millonaria de vidas aburridas arribaba Ryomen Sukuna. Atrajo de inmediato la atención de todos los periodistas quienes buscaban un poco de su atención.

Crecía, de nuevo crecía su ego que con anterioridad había sido pisoteado. Esta era la primera vez que Sukuna asistía a un evento después de aquel desafortunado incidente. Los periodistas gritaban por la emoción.

"¡Acaba de arribar El Rey Midas! Y como siempre no decepciona. Usa un hermoso traje de terciopelo negro es sin duda hasta ahora el mejor vestido de la gala".

"... Sukuna está como nunca, luce perfectamente bien. Espero no se ponga nervioso al saber que una de sus ex está en la gala. ¿Será momento para un reencuentro?".

—Estamos en vivo y buscaremos tener unas cuantas palabras de este hombre que en los últimos meses ha sido la sensación —dijo un periodista que estaba en primera fila, tan cerca de la alfombra. Sukuna estaba pasando en ese momento y acaparaba toda la atención, respondía a los halagos de otros periodistas:

—Estoy feliz, creo que estoy en mi mejor etapa... ¿Por qué me pondría nervioso que ella esté aquí...? Ella seguro está nerviosa.

Pero entre risas y preguntas que halagaban al empresario aquél periodista se atrevió a preguntar:

—Ryomen Sukuna ¿qué tiene que decir sobre las acusaciones al difunto J. Sully?

Había abierto la caja de Pandora y la sonrisa de Sukuna había titubeado y, aunque, lo ignoró y quiso desviar la atención al traje que vestía, el resto de periodistas comenzaron las preguntas incómodas.

—¡Señor estuvo apunto de entrar a prisión!

—Señor ¿qué hay de las acusaciones de posesión de drogas? Sus exámenes dieron positivos a ingesta de varias sustancias. ¿Tiene problemas de adicción a caso?

Etc...

Era aturdidor. Y Sukuna pensaba que era mejor escapar sutilmente, hasta que aquel periodista hizo el comentario adecuado.

—Señor Sukuna ahora que fue evidenciada su amistad con J. Sully, no quedan dudas de su colaboración con el tráfico de personas...

La sonrisa en el rostro de Sukuna se borró. Giró su cuerpo y miró al periodista con furia.

—Señor diga algo... ¿cómo puede caminar tan digno, no le pesa la consciencia...?

Sukuna se acercó a él y con enojo habló:

—Ya sé que te parezco perfecto para este circo... pero yo no soy el monstruo que buscan.

Ya había colmado su paciencia y aunque eso debía ser lo que llamara la atención de los periodistas lo único que fue digno de reportar fue lo que pasó unos segundos después.

—Es claro que con el dinero es fácil pagar la libertad, desgraciadamente hoy vemos a un criminal completamente despreocupado...

Sukuna lo tomó del cuello de su camisa y le soltó un puñetazo que dejó al tipo tirado en el suelo. Después se alejó a grandes zancadas por la alfombra, dejando el caos a sus espaldas.