Moondust - Jujutsu Kaisen

Capítulo 74: Plan feliz

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Nota: hoy nada más porque sí adelanto tanda de seis capítulos! Que los disfruten :D

✨🍦Advertencia de contenido: mención a ataque de pánico, se recomienda discreción🍦✨

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Jogo sólo había alcanzado a correr para tomar fotos del caos porque eso se vería bien en primera plana, pero cuando llegó y presionó el botón de la cámara lo único que pudo captar fue al vicepresidente dentro de un elevador.

¡Vaya porquería! Su jefa se iba a enojar con él. Podría contentarla diciéndole que tenía fotos cercanas durante la conferencia antes del caos.

Dentro del elevador, que aún ascendía, Nanami y Satoru aún veían la puerta dorada del ascensor. No se recuperaban de lo que había pasado. Satoru reaccionó primero, volteó a verlo pero Nanami seguía viendo fijamente la puerta, lo único que podía hacer era mantener agarrada la mano de Satoru.

Satoru bajó la mirada lentamente y vio sus manos enganchadas. Abrió sus ojos completamente pero evitó gritar al escuchar los gimoteos de Nanami, estaba teniendo un ataque de pánico.

—Señor Nanami... eh oiga... —los gimoteos se volvieron intentos por tomar aire por la boca, parecía que se estuviera ahogando. Satoru debía actuar rápido—. Señor Nanami escuche debe de inhalar y exhalar ¡vamos míreme!

Logró que le pusiera atención.

—Inhale y exhale —repitió una y otra vez— está bien ya está a salvo ¿de acuerdo? Mire a su alrededor ¡todo está bien! Está conmigo... todo está bien. Oiga esto le va a parecer muy gracioso pero la primera vez que yo vine para la entrevista... yo me perdí... ¡no sabía a dónde ir! Y ya iba tarde. Y yo entré a este elevador y miré los números, esos... mire, y pensé que estaban hechos de oro... siempre creí que todo aquí era tan elegante, que era otro mundo.

Notó que Nanami ya estaba recuperando el control de su respiración. Aún le estaba prestando atención y también mantenía su mano entrelazada con la suya. Satoru lo miró y le sonrió con dulzura y continuó con su plática sin siquiera mover su mano o decir algo sobre eso. Fue Nanami el que bajó la mirada y vio sus manos entrelazadas, Satoru estaba mirando en otra dirección por lo que no se percató de ello. Nanami no quiso apartar su mano, era la primera vez que algo así le pasaba y le generaba tranquilidad. Tuvo que soltarlo cuando el elevador llegó al décimo piso, alguien podría verlos. La separación no fue de repente fue lenta como si ambos se rehusaran a alejarse pero al final debían hacerlo.

Caminaron fuera del elevador y tomaron el segundo. No hablaron más. Llegando a la oficina Nanami se dejó caer en el diván cerca del ventanal y Satoru le trajo un vaso con agua, no quería hablar de lo ocurrido pero tenía que saber cómo estaba. Así que jaló uno de los sillones y se sentó enfrente de Nanami. Con voz baja preguntó.

—¿Cómo se siente? —estaba sumamente preocupado— Si necesita que le llame a su médico puedo hacerlo. También puedo cancelar la reunión.

—Estoy bien —contestó por fin y por su tono de voz Satoru sabía que no le mentía. Su respiración había vuelto a la normalidad— lamento que haya visto eso... es absurdo ¿no? ver a alguien como yo pasando por eso.

—¿Ver que? ¿Se refiere a su ataque? Señor Nanami... no importa eso en este momento. Yo no lo voy a juzgar. No olvide que estoy aquí para ayudarlo, y eso implica saber que este tipo de cosas puede pasar, y aunque no lo crea le pasan a cualquiera hasta al vicepresidente de un corporativo importante.

Él no contestó. Sólo se sentía un poco cansado pero era reconfortante tener a Satoru allí a su lado. No sabía que hubiera pasado si él no estuviera allí. No le hizo saber lo bien que le hacía su compañía sólo le dijo en un susurro y sólo para que él lo escuchara.