Capítulo 150: Patos y patitos (parte 2)

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Terminaron por el momento y volvieron al auto para ir por fin al parque. Los niños, aunque habían estado largo rato en un lugar aburrido, no se quejaron, y es que era algo completamente nuevo para ellos, seguro para la próxima vez que asistieran sí estarían muy quejosos. Ahora iban de regreso a la zona donde estaba el departamento, allí Satoru le había dicho a Nanami que había un parque y que ya tardaba que no llevaba a los niños a jugar así que ese era un buen lugar. Estacionaron una cuadra antes y mientras caminaban al parque los niños iban cantando el tema de entrada de 'Los ositos en problemas' ¡y estaban incontrolables! Querían correr, ya podían ver los juegos. Satoru los soltó cuando estuvieron en el parque, allí iban Megumi y Nobara corriendo. Pero notó que Nanami aun no soltaba a Yuuji.

—Está bien, están seguros aquí. Estaremos cerca.

Nanami entonces soltó la mano de Yuuji quien salió corriendo a los juegos. Había más niños allí jugando pero ellos eran los únicos tan pequeños.

—¿No cree que deberíamos tener más cuidado? Ellos son unos bebés todavía.

Satoru desdeñó.

—No les diga bebés ellos se enojan. Estarán bien. Conocen este parque y saben que deben tener cuidado con los niños grandes. Y bueno, a esta hora casi siempre los niños desalojan los juegos y se van a sus casas.

Satoru se acercó un poco a Nanami mientras caminaban por el parque pero a este último aún le preocupaba ver a los tres niños corriendo de un lado a otro esquivando a niños más grandes. En un momento Yuuji se tropezó y cayó en la tierra alrededor de los juegos. Nanami ya correría pero Satoru lo detuvo.

—Está bien... no se preocupe.

—Se puede hacer daño, está siendo muy confiado.

—Sí... a veces lo soy, pero es que si corro a verlos cada que se caen sólo llorarán. Están bien, no se ha lastimado tanto sólo se tropezó.

Lo animó a sentarse en una banca. Allí estuvieron viendo a los niños que poco a poco se fueron alejando de los más grandes. Los tres estaban en su mundo jugando a atraparse. Nanami pasó largo rato viéndolos jugar y reír. Eran tan pequeños y sin preocupaciones, en verdad eran felices. Nanami no podía recordar que su infancia fuera feliz incluso cuando lo tuvo todo... quizás no lo tenía todo. Ellos eran felices sólo teniendo su pequeña familia, su padre quien los protegía... su padre que era su todo, así no parecía faltarles nada. Y como si fueran pequeñas estrellas llamaban a Nanami y le exigían ser parte de su pequeño mundo. Ahora al conocerlos por... relativamente poco tiempo Nanami estaba seguro de que sí, en efecto, él quería pertenecer a su mundo y al de Satoru. Él no se había dado cuenta de que ellos ya lo consideraban parte de un todo.

Satoru giró su cabeza y aunque Nanami traía lentes oscuros sabía que estaba muy entretenido viendo a los niños.

—¿Quiere alguna bebida? Aquí cerca hay varias tiendas, iré por agua para los niños.

—Yo iré, si los niños ven que no está podrían preocuparse. No tardaré.

Y no tardó, volvió a la banca donde estaba Satoru con agua y jugos. Los niños al ver que había algo que tomar se acercaron y cansados se sentaron en medio de ambos en la banca y tomaron sus jugos. Poco a poco los juegos comenzaron a quedar vacíos era momento del ataque. Los niños indicaron que querían ir allí. Nobara comenzó a jalar de la mano a Nanami le pedía de favor la ayudara a subir a la resbaladilla. Nanami se puso de pie y atendió, Satoru iba detrás.

—No crees que la resbaladilla está muy alta te puedes caer.

—No —contestó Nobara— bueno sí me he caído. Una vez papá me empujó y yo no pude frenar y me caí al terminar la resbaladilla, pero estoy bien.

Moondust - Jujutsu KaisenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora