La cama del hospital no es realmente cómoda, pero al menos tengo enfermeros a mi servicio y están dispuestos a traerme comida cada vez que lo desee, por lo que no me quejo.
Me han estado mandando muchos mensajes últimamente, el grupo de la banda también me escribió esta mañana, justo después de que mi madre me confirmó que todos recibieron el mensaje.
Karla: Hola, Meg. Ben y yo queremos decirte que estamos muy orgullosos de ti. Eres la chica más maravillosa y mereces lo mejor del mundo. Nos encargaremos de que la banda salga adelante. Te apreciamos mucho, nada de esto sería realidad sin ti.
Antony: Es cierto, fastidiosa, eres fenomenal. Quiero que sepas que extrañaré tus regaños, gracias por todo. Espero que estés descansando, no por ahí haciendo maromas. Sabes que, si no estuviera con Lisa, tú y yo seríamos la pareja perfecta ;) <3
Lisa: Meg... ¡¡¡Te extrañaré tanto!!! Te prometo que seré una buena amiga para Tate. Nos conocemos hace mucho y puedo decirte que eres la mujer más esforzada que conozco. Sin ti, no los conocería, no estaría con Antony (a pesar de lo insoportable que es). ¡¡¡¡Te amamos!!!!
Lane: Siento mucho no poder estar allí. Pero te mando fuerzas, Meg, eres muy valiente. Gracias por todas las veces que me contagiaste con tu forma de ser. No hay nadie como tú.
Ty: Oh, Meg, estoy muy orgulloso de ti. Has madurado mucho a través de los años y ahora eres una mujer espectacular. No puedo decir nada más que gracias. Te agradezco por todo, marcaste a muchas personas. Créeme. Prometo que cuidaré de la bebita, sé lo importante que es Tate para ti. Hasta pronto, Meg.
Liam: Me alegra mucho saber que te sientes lista. Sabes que eres una persona muy importante para mí. Gracias a ti, mi admiradora número uno, por impulsarme a volver al camino correcto. Espero que también hayas encontrado tu camino (seguro que sí). Lo hiciste realmente bien, no tengas miedo ni duda sobre eso. Algún día nos volveremos a ver, pastelito.
Ethan: No sé qué decir, pero siento la necesidad de hacerte saber que no te odio. Te quiero demasiado, Meg. Tú eres luz, me ayudaste tanto todo este tiempo y compartimos momentos increíbles. Solo quiero que sepas esto: me hiciste muy feliz, gracias. Me alegra que estés bien con esto, eres fantástica. Preciosa, ¿sonreirás una última vez para mí?
Reí, lloré y disfruté los mensajes. Mi corazón se llenó de un calor que no puedo explicar y me sentí completa, satisfecha. Saber que tantas personas me aman y que pude tener la oportunidad de conocerlos, es refrescante. No puedo parar de leerlos una y otra vez.
- ¿Por qué no me has mirado a los ojos, Tate?
- Porque sé que, si te miro directamente a los ojos, me pondré a llorar, y no quiero ser débil en este momento- dice con voz cortada. Siempre he amado eso de Tate. Ella nunca miente-. ¿Cómo te sientes, Meg? ¿Duele mucho?
- No mucho, a decir verdad. Los doctores dijeron que ya es cuestión de tiempo. Me han inyectado varios medicamentos para poder hacer el proceso lo menos doloroso posible- Nos acomodo mejor y veo cómo se esfuerza por esconder las lágrimas.
- ¿Recuerdas esto?- ¿Cómo no lo haría? Son nuestras camisetas de la amistad.
Cuando Tate tenía trece, se pusieron de moda las camisetas de pareja, pero nosotras deseábamos tener una. Así que compramos dos unidades blancas, para luego dedicarnos a pintarlas y decorarlas de la manera más exagerada posible. Nos sentíamos poderosas cuando las llevábamos puestas.
- Por supuesto.
- Deberíamos probar si aún nos quedan. Me gustaría que nos sintiéramos poderosas en este momento- Después de varios intentos, logramos que nuestros cuerpos de jóvenes entraran en las camisetas de chicas de trece y quince. Observarla me trajo demasiados recuerdos, todos buenos, por eso también me siento bien, mis memorias son todas hermosas y verdaderas.
Nos recostamos en la cama y nos abrazamos por un rato. Puedo sentir los pequeños sollozos de Tate, y sé que ella puede sentir los míos también.
- Siempre serás mi mejor amiga. Nos volveremos a ver ¿está bien? Quiero que lo prometas- Tate levanta su cabeza, limpia una lágrima escurridiza de su mejilla, así como una de mi rostro, y entrelaza su meñique con el mío.
- Lo prometo.
Vuelve a recostar su cabeza y me abraza con más fuerza, puedo sentir su calor y amor a través de sus brazos.
- Te amo, bebita.
- También te amo- Nos quedamos dormidas, en medio de lágrimas, recuerdos, esperanza y amor.
Al abrir mis ojos, luego de pestañear unas cuantas veces, puedo notar que ya amaneció. Un rayo de sol entra plenamente desde las cortinas justo en medio de la camilla, por alguna razón, eso me hace sonreír. Pienso en Tate y en que probablemente ya esté camino a casa, espero que sea fuerte y no derrame ni una sola lágrima más por mí. No vale la pena su tristeza, lo que deseo para su vida es felicidad y bendiciones, que disfrute todo hasta que podamos volver a encontrarnos.
La habitación se ve vacía. El tono blanco solo la hace ver más aburrida. Hay una mesa a mi costado izquierdo, un sofá en la esquina y un pequeño televisor. Esa ha sido mi compañía el último mes.
Mis padres entran en la habitación y se acomodan junto a mí, uno a cada lado, acariciándome lentamente. Es la mejor sensación del mundo, no hay nada como los mimos de los padres.
- ¿Cómo te sientes, bebé?- pregunta papá con delicadeza.
- Un poco cansada. ¿Qué hora es?- quiero saber.
- Son las cuatro. ¿Quieres algo, cariño?- Mamá pregunta, como lo ha estado haciendo últimamente. Si me fijo detalladamente en sus rostros, puedo ver que están un poco cansados. Las arrugas son más notorias, igual que sus ojeras.
- Tengo miedo. Si Dios me desea en este momento a su lado, me encantaría cumplirlo, quiero decir. Pero... no lo sé- admito.
- Entendemos, cariño. Te extrañaremos aquí a nuestro lado, pero de una u otra forma siempre estarás en nuestro corazón.
- Eres increíble, Meg, debes saber eso. Dejaste una huella en cada persona que conociste. Eso es de admirar y no puedo estar más orgulloso de poder llamarme tu padre. Le agradezco a Dios todos los días por haberme permitido pasar estos años contigo. Somos los padres más afortunados. Mi chiquita, nunca te había visto tan hermosa como en este momento- Mis lágrimas logran nublar mi vista.
- No podemos evitar pensar que no era lo que teníamos planeado, pero Dios está más allá de nuestros pensamientos, así que nos tranquilizamos sabiendo que lo que está pasando es parte de un plan perfecto. Te amo, mi niña. Te amo demasiado, eres una ganadora de mil batallas, eres nuestra hija, nuestra pequeña.
Empieza a derramar lágrimas, pero aun así continúa hablando:
- Se me vienen a la cabeza todas las locuras que cometías de pequeña. Todas las veces que fallaste, pero aun así no te rendiste, cuando te fracturaste un pie, pero querías seguir jugando fútbol, cuando te peleaste con una niña y te castigaron en la escuela, pero la perdonaste. Siempre fuiste muy bondadosa, humilde y cariñosa. Eres una apasionada por Cristo, eres hermosa, eres nuestro milagro.
» Recuerdo perfectamente cuando lloramos toda la tarde, al haber recibido la noticia del cáncer. Sabíamos que ibas a superarlo, y déjame decirte que lo has hecho. No terminarás la batalla en esta tierra, pero sí con el más poderoso. Eres una guerrera, has llegado hasta aquí y eso es impresionante. El amor de Dios está reflejado en tus ojos y en tu sonrisa, todos lo vemos... Te amo. Te amaré siempre- susurra eso último. Las lágrimas en los ojos de mis padres son como una puñalada en el corazón-. Lo siento..., es que estoy muy orgullosa de la chica que eres y de lo que has hecho. No lloro de tristeza, no me malinterpretes, sí te vamos a extrañar demasiado, pero estas lágrimas son de felicidad porque en todo este tiempo, Dios ha sido bueno, demasiado bueno, ya que me dejo vivir la experiencia de lo que es ser la madre de una vencedora y de ver a mi hija volviendo a su verdadero hogar.
Los abrazo y las lágrimas no tardan en seguir saliendo. Sé que fui feliz, soy afortunada por haber conocido a personas maravillosas a lo largo de mi vida. Y espero que cada uno se quede con un pedazo de mí, así siempre estaré con ellos.
Mantengo eso en mi mente.
Entonces decido descansar.
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La persona correcta en el momento perfecto
RomanceUn chico roto con el alma pérdida. Una chica con un pasado que la persigue. Dos almas destinadas a encontrarse. Ethan Hale no ha tenido una vida fácil. Lidiar con diferentes traumas que han ido marcando y sentenciado su camino, es una tarea complica...